Galit Ronen, embajadora de Israel: “Estamos decepcionados por el voto argentino en la ONU”

 La representante de Israel en Argentina dijo que “no se entiende cómo un país que sufrió dos atentados terroristas no condena” los ataques de Hamas

La enorme Menorá, el candelabro de siete brazos que sobrevivió al atentado a la embajada de Israel, en marzo de 1992, está allí, en la entrada de la actual sede diplomática israelí. “No entendemos cómo un país que sufrió dos atentados terroristas vote en favor de esa resolución”, dice Galit Ronen, la embajadora del Estado hebreo.

En diálogo con LA NACION, la diplomática mostró su “decepción” con el gobierno de Alberto Fernández por su apoyo en la ONU a la investigación de presuntos crímenes de guerra durante el conflicto entre Israel y Hamas. “No se menciona a Hamas, y se lo pone a la altura de un Estado”, se queja la embajadora, un argumento similar al que, horas antes, el encargado para América Latina de la cancillería israelí, Modi Ephraim, le transmitió al embajador argentino en Tel Aviv, Sergio Urribarri. De todos modos, la embajadora hace votos por la continuidad de la relación bilateral, porque “ambos países tienen muchos vínculos y muy fuertes”.

–¿Cómo vive Israel el voto argentino en la ONU?

–Estamos decepcionados. Pensamos que un país que sufrió en carne propia el terrorismo, y no una sino dos veces, debería apoyar a Israel y luchar contra el terrorismo, en vez de votar en favor de esa resolución. Como dice nuestro director Ephraim, es inconcebible que Argentina, un país amigo, vote así.

–¿Cómo lo explica? ¿Desconocimiento, prejuicio?

–No sé, las explicaciones a esto debería buscarlas usted allá [se sonríe mientras señala la Casa Rosada]. No lo entiendo, hay miles de argentinos en Israel que en estos días debieron correr a los refugios y soportar bombardeos, unos cuatro mil misiles cayeron. Esto tampoco ayuda a los palestinos, de hecho Hamas llegó al poder en 2007 luego de un golpe contra la Autoridad Nacional Palestina. La resolución ayuda a Hamas, no a los palestinos.

–Desde la cancillería argentina aseguran que la postura del Gobierno coincide con el pedido de Michelle Bachelet de investigar posibles crímenes.

–Primero, no siempre actúan así. En segundo lugar, hay que mirar la resolución, que no menciona a Hamas, ni el deber del Estado de Israel de proteger a sus ciudadanos. ¡Está tratando a Hamas y a Israel como si fueran iguales y no lo son! Estas son algunas de las discrepancias que tenemos. Israel no buscó este conflicto e hizo todo lo que pudo para apagar el fuego.

–¿De qué modo?

–Esto no comenzó el 10 de mayo, sino antes, cuando la ANP decidió cancelar las elecciones en los territorios, elecciones que no tienen desde 2005, y Hamas, que pensaba tener más poder a través de la elección, optó por otra forma para imponerse en la agenda interna. Así comenzaron a atacar, lanzando misiles al sur de Israel y globos de incendio. No reaccionamos ante esto, después escalaron y atacaron en el Monte del Templo en Jerusalén, con piedras contra los judíos que rezaban. Ahí el ejército debió intervenir. Cuando lanzaron cohetes contra Jerusalén, una ciudad sagrada para ellos también, ahí comenzó nuestra reacción.

–Allí se criticó el contraataque israelí, con bombardeos a edificios en Gaza, incluido el de los medios internacionales…

–Hamas cometió un doble crimen de guerra, por un lado utilizando sus misiles contra población civil en Israel, por otro usando su propia población como escudo humano. En el edificio donde estaban los medios había un centro de inteligencia y de desarrollo e investigación de los misiles. Los pusieron ahí porque sabían que Israel no quería atacar a los medios de comunicación, a los que también utilizaron de escudo. No murió nadie allí, se les dio suficiente tiempo para evacuar el lugar.

–¿Cómo evalúa el futuro de la relación bilateral? Hoy se reunió Ephraim con el embajador Uribarri…

–Como diplomáticos tenemos herramientas, formales e informales, y las utilizaremos para superar este momento tenso y conversar sobre cooperación para beneficiar a los dos países. La colectividad judía de Argentina es la quinta más grande del mundo, y hay unos 80.000 argentinos judíos que viven en Israel, incluido el padre de Guideon Saar, uno de los candidatos en las recientes elecciones. Hay vínculos en todos los niveles, y reconocemos que el primer destino del presidente Fernández fue Israel.

–Más allá del lado positivo, los dos atentados (contra la embajada de Israel y la AMIA) siguen sin resolverse.

–La esperanza es lo último que se pierde. Esperamos que se avance en la investigación, estuvimos con todos los gobiernos que pasaron, los familiares de las víctimas esperan justicia, nosotros también. El sufrimiento es grande, por eso no entendemos como Argentina no votó contra el terrorismo.

–Argentina tiene buenas relaciones con Venezuela, que a su vez es aliado de Irán, enemigo declarado de Israel. ¿Cómo evalúan ese vínculo?

–En el caso de los atentados aquí, el nombre es Hezbollah y el apellido es Irán. Lo mismo ocurre con Hamas, que es el nombre, y el apellido es también Irán, un país que a la luz del día llama a la destrucción del Estado de Israel, con ellos tenemos muchos problemas. De todos modos, no le decimos a ningún país como manejar sus relaciones exteriores.

–El diputado de izquierda Juan Carlos Giordano llamó a la destrucción de Israel y a la construcción de un Estado palestino en su lugar. Su postura es compartida por sectores del kirchnerismo…

–No he escuchado eso de sectores del kirchnerismo, solo de la izquierda. No tengo encuestas para saberlo, pero creo que si fuese algo masivo lo habríamos escuchado antes, lo que sí espero es que los que están en contra de este pensamiento salgan y lo digan. Es lamentable que este tipo de cosas se digan en el Congreso: imagínate si un miembro de la Knéset israelí llamara a la destrucción de la Argentina… ¿Cómo reaccionaría el gobierno argentino? Estimo que su representatividad es muy poca.

–¿Hay un rebrote antisemita en el país?

–En el último conflicto hubo un rebrote antisemita. Hay que luchar contra esto, y este gobierno adoptó la definición de antisemitismo de la Alianza Internacional para el recuerdo de la Shoá. Eso fue muy importante y cualquier país que esté a favor de los derechos humanos debería pelear contra el antisemitismo.

–¿Espera un llamado del Presidente o el Canciller para aclarar los tantos?

–Nosotros expusimos claramente lo que pensamos, lo que decida el otro será decisión del otro. De todos modos, los vínculos entre ambos países son fuertes, y van en muchas direcciones.


Jaime Rosemberg