La irrelevante relación del Islam con Jerusalén

Por Daniel Galily, Analista Político, Herzlia

En su última conferencia el Dr. Mordechai Kedar, de la Universidad de Bar-Ilan, uno de los expertos más destacados sobre el mundo musulmán y árabe, explicó por medio de una investigación académica por qué Jerusalén es considerada por los musulmanes una ciudad santa aunque no aparezca en el Corán, ya que tampoco entre los fundadores del imperio musulmán, como el Segundo Califa Umar ibn al-Jattab y cercano al “profeta” Muhamad [Mahoma], nunca mencionaron a Jerusalén como lugar sagrado para el Islam o el mismo “profeta”.

Siendo así, ¿cuándo y por qué Jerusalén se convirtió en una ciudad santa para los musulmanes?

Anteriormente, el Dr. Kedar explicó el origen de la mezquita al-Aqsa en el Islam de la siguiente manera: El Corán, narra que Muhammad solía visitar la ciudad de Taif, que estaba a unas 40 millas al suroeste de La Meca, lo cual tenía de viaje una duración de dos días, lo que le obligaba a pasar la noche en un pueblo donde también había un grupo de creyentes bajo el nombre de J’aarena.

Esta última comunidad de creyentes solían nombrar a dos mezquitas de relevante importancia – la mezquita al oeste del pueblo llamada Mezquita al-Adna (Cercana) y la mezquita al-Aqsa (lejana) situada en la zona de Cisjordania.

En el Capítulo 7 del Corán, relata la leyenda en cómo Al’lá se llevó a Muhammad desde ese pueblo hasta la mezquita lejana donde pasó la noche hasta ser devuelto al mismo.

Quizás, es importante marcar, que los creyentes de esa zona entendieron este cuento literalmente, porque Taif y la comunidad de creyentes J’aarena, estaban situados en una zona conocida hoy como Arabia Saudita.

Califa Umar ibn al-Jattab y su servidor judío

Además, el Dr. Kedar también añade la opinión del historiador más importante del Islam, Abu Ja’far Muhamad ibn Grira-tabri quien habló sobre el Segundo Califa Umar ibn al-Jattab quien también fue famoso por su conquista del país de Sham (Zona que incluía al Líbano, Siria, Jordania e Israel).

Durante el transcurso de esta conquista, el Califa fue acompañado de un servidor judío de origen yemení de nombre Ka’b.

Cuando el Califa llega por fin a Jerusalén, exactamente en la zona donde hoy se encuentra la Mezquita al-Aqsa, notó que Ka’b se quitó los zapatos, y, sorprendido por su actitud se le preguntó el porqué de su comportamiento, a lo que Ka’b repondió: “esta es una zona sagrada para los judíos”.

La reacción del Califa y el resto de los seguidores frente a esta actitud, fue culpar a Ka’b de querer inculcar ideas judías dentro del Islam, quien inmediatamente se puso los zapatos.

Jerusalén no fue una zona de importancia para el Segundo Califa

Con esta última historia se puede definir que Jerusalén no era una zona de importancia para el Segundo Califa que a su vez fue de las personas más cercanas en vida del “profeta” Muhamad.

Incluso en un momento dado, debido a diversas razones, en el transcurso de la historia, el Quinto Califa decidió nombrar la capital del imperio musulmán en Damasco.

Esta decisión había sido porque todos los tesoros del mundo cristiano que fueron saqueados de las iglesias del Imperio bizantino se trasladaron a esta ciudad, convirtiendo a ésta en una ciudad rica.

La riqueza financiera de Damasco

La riqueza financiera de Damasco causó que sus habitantes actúen de manera inmoral, incluyendo una serie de actos que son incompatibles con las leyes del Islam.

Mientras los pecados fueron creciendo y expandiéndose, el Califa Abd Allah al-Zubayr, tomó la decisión por el año 682 de prohibir la peregrinación de Hajj (peregrinación que realizan los fieles musulmanes a La Meca en Arabia Saudita) a los habitantes de Damasco.

Debido a que dicha peregrinación es de suma importancia para el Islam, los eruditos de la religión tuvieron que buscar una alternativa, y en un momento dado, ofrecieron a Jerusalén para remplazar a La Meca como lugar de santo para la peregrinación de Hajj.

Sin embargo, debido al hecho de que Jerusalén no aparece en el Corán, se tuvo que justificar en el Islam de alguna manera.

Por lo tanto, agregaron un Capítulo en el Hadiz (ley oral del Islam), la importancia de Jerusalén.

Basándose en una leyenda

Para lograr esto, copiaron la leyenda escrita en el Corán que comenté antes, en donde el “profeta” es llevado hasta la mezquita lejana “mezquita de Al-Aqsa”, desde Arabia Saudita a Jerusalén, determinando que Muhamad vino volando en un caballo alado llamado al-Buraq (una historia similar a la historia de Pegaso de la mitología griega) hacia Jerusalén y de ahí luego ascendió al cielo, donde realizó una serie de pruebas por parte de los ángeles, “profetas” y santos tanto de la religión judía como cristiana, que al pasar con exactitud, Al’lá le dio el honor a Muhamad de encabezar el rezo, lo cual lo colocó por encima de todas las religiones.

Para establecer aún más el hecho de que Jerusalén es superior a la Meca como un lugar sagrado, se utilizaron también cuentos de relevancia a Jerusalén copiados de los libros de Salomón, y se convenció a los Musulmanes con distintas leyendas donde se dice que el mismísimo Muhamad aseguró que «rezar en Jerusalén es 77 veces más fuerte que rezar en la Meca».

Junto con esto, se sumaron más historias que implicaban milagros, como la famosa leyenda donde se decía que si un ciego duerme en Jerusalén, al día siguiente se levantará sano y con vista.

Usurpando el lugar judío

En esos años, se construyó la primera piedra donde se sitúa la Mezquita al-Aqsa, logrando transferir el sagrado lugar para los judíos en un lugar sagrado para los musulmanes también.

De este modo, durante ocho años los musulmanes de Damasco, convencidos por todas las historias escritas sobre Jerusalén, comenzaron la Peregrinación del Hajj en dicho lugar.

Después de un tiempo se les permitió a los musulmanes de Damasco volver a realizar el Hajj en La Meca, las historias relacionadas a Jerusalén se guardaron en archivos y quedaron en el olvido.

Jerusalén se convirtió en un lugar destinado a las obras de construcción, además los musulmanes reconocieron que creció el riesgo de que otras religiones conquisten la ciudad en tres oportunidades, durante las Cruzadas, en la segunda guerra mundial y por último con el período del sionismo y el Estado de Israel.

Todas estas historias, podemos decir que también fueron siempre una justificación para declarar guerras a países no islámicos.

La irrelevante relación del Islam con Jerusalén

Lo que comprueba la relación del Islam con Jerusalén como algo no relevante, está en los famosos escritos de Taqi ad-Din Ahmad ibn Taymiyyah, Uno de los eruditos religiosos más importantes de la historia del Islam que vivieron durante la guerra contra las cruzadas cristianas, donde prohíbe la peregrinación de Hajj a Jerusalén, o dormir en Jerusalén para curar enfermedades.

Esto es porque se entiende que la conexión a Jerusalén no es religiosa, sino una conexión política, entre el Centro del imperio musulmán en Damasco y La Meca, Colocando a Jerusalén en el medio de estas dos.