1)
Encuadre
Como consecuencia del ataque
de Hamás a Israel arrojando más de 4.000 cohetes contra la población civil,
obligando a Israel a defenderse, surgieron las voces de siempre del mundo
progre, con declaraciones acusatorias sobre Israel y su posible violación a los
derechos humanos, pero ninguna de estas voces criticó al agresor.
Dentro de este mundo que se
asume como dueño de la verdad, está el Gobierno Argentino, la Señora Bachelet,
obviamente casi todos los movimientos socialistas de Argentina y por supuesto el
partido Podemos de España, etc., etc., etc.
Todas estas declaraciones
acusatorias sobre Israel se realizaron sabiendo que Hamás tiene en su Carta
Orgánica como objetivo la destrucción de Israel y obviamente el asesinato de
todos sus habitantes, idéntico objetivo tiene Irán, país que sostiene en todo
sentido a Hamás.
Nadie en el mundo progre
sale a cuestionar esta Carta Orgánica ni las declaraciones de Irán y de todos
los grupos terroristas, se toma con naturalidad de que se puede amenazar la
existencia de los judíos y mantener un silencio cómplice.
Además, sin entrar en los
detalles del derecho de Israel a existir, están los 700.000 judíos expulsados
de los países árabes, en los 30, 40 y 50, que nadie recuerda ni reivindica,
tomándose también con naturalidad que se puede expulsar judíos como algo normal
que no merece la atención.
Frente a estas explícitas
posiciones antisemitas disfrazadas de anti israelíes, me pregunté, ¿por qué la
izquierda con base marxista y los progre en general son antisemitas?
La respuesta es muy simple,
Carlos Marx era brutalmente antisemita y obviamente eso lo transmitió a todos
sus seguidores.
2)
La
posición de Carlos Marx respecto a los judíos
Para sostener mi punto de
vista, analizaré algunos párrafos del texto de Carlos Marx de 1843 “Sobre
la cuestión Judía” y su influencia en Adolf Hitler.
Cabe aclarar, para el que no
lo sepa, que Carlos Marx nació en el seno de una familia judía donde habían
rabinos, un abuelo y un tío. Su padre, abogado, se convirtió al Protestantismo
(Luteranismo) para poder ejercer la abogacía e hizo lo mismo con su hijo a la
edad de 6 años de éste.
Probablemente
el haber vivido y participado de celebraciones judías durante su infancia, para
luego repudiarlas, adicionado a la influencia en su conversión por la lectura
de Lutero, quién odiaba a los judíos, generaron en Marx un rechazo a su origen
judío tremendo, que se manifiesta en su escrito.
¿Que opinaba Lutero sobre
los judíos? He aquí una muestra:
En el tratado “Sobre los
judíos y sus mentiras” Lutero describe a los judíos como "la base de la prostitución
popular, es decir, no son el pueblo de Dios, y se jactan de su linaje,
circuncisión, y por ley, deben ser considerados como inmundicia". También
escribió que están "llenos de las heces del diablo (...) que se revuelcan
como los cerdos" y que la sinagoga es una "puta incorregible y una
malvada ramera".
Obviamente, Carlos Marx debe
haber leído estas u otras frases similares en su momento de conversión, lo cual
algún efecto debió producir.
“Sobre la cuestión judía”
es una obra poco conocida, pero fundamental para entender el pensamiento de
Carlos Marx. Escondida por muchos de sus seguidores, sobre todo a partir del
Holocausto, en ella desarrolla intelectualmente buena parte del entonces
creciente sentimiento antisemita en Europa.
En este
texto, Marx comienza a apuntalar el edificio teórico de su pensamiento sobre el
capitalismo y la supuesta “emancipación humana” de éste.
El objetivo
fantasioso de Carlos Marx, era cambiar la sociedad para el bien de ella ya que
era dominada por los judíos quienes sometían a los pueblos para su benefició.
Además, según su visión, los judíos eran irrecuperables porque carecían de
cualidades dignas, por su egoísmo, por la ambición por la usura, por sus
necesidades prácticas, porque su Dios es el Dinero, por su desprecio de la teoría, del arte, de
la historia y del hombre, entonces, no se le ocurrió mejor idea que el judaísmo
debía desaparecer, ello lleva implícito la desaparición de los judíos que no quisiesen
renunciar a serlo.
“Sobre la cuestión Judía”. He aquí algunos párrafos del texto bastante
significativos:
a.
Dijo Carlos Marx en página 2 y 3 respondiendo a una hipótesis
sobre como los judíos pueden dejar de serlo de
Bruno Bauer, otro antisemita:
Nosotros intentaremos
romper la formulación teológica del problema. El problema de la capacidad del
judío para emanciparse se convierte, para nosotros, en el problema de cuál el
elemento social específico que hay
que vencer para superar el judaísmo. La capacidad de emancipación del judío
actual es la actitud del judaísmo ante la emancipación del mundo de hoy. Actitud que se desprende necesariamente de
la posición especial que ocupa el judaísmo en el mundo esclavizado de nuestros
días.
¿Cuál es el fundamento
secular del judaísmo? La necesidad
práctica, el interés egoísta.
¿Cuál es el culto secular
practicado por el judío? La usura.
¿Cuál su Dios secular? El
dinero.
Pues bien, la emancipación
de la usura y del dinero, es decir del judaísmo práctico,
real, sería la auto-emancipación de nuestra época….
Nosotros reconocemos,
pues, en el judaísmo un elemento antisocial
presente de carácter general, que el
desarrollo histórico en que los judíos colaboran celosamente en este aspecto
malo se ha encargado de exaltar hasta su apogeo actual, llegado al cual tiene
que llegar a disolverse necesariamente.
La emancipación de los
judíos es, en última instancia, la emancipación de la humanidad del judaísmo.
El judío se ha emancipado
ya, a la manera judía. El judío que en Viena, por ejemplo, sólo es tolerado,
determina con su poder monetario la suerte de todo el imperio. Un judío que tal
vez carece de derechos en el más pequeño de los Estados alemanes, decide la
suerte de Europa.
….. El judío se ha
emancipado a la manera judaica, no solo al apropiarse del poder del dinero,
sino por cuanto que el dinero se ha convertido, a través de él y sin él, en una
potencia universal, y el espíritu práctico de los judíos en el espíritu
práctico de los pueblos cristianos…..
b.
Dijo Carlos Marx en página 5:
La sociedad burguesa engendra
constantemente al judío en su propia entraña.
¿Cuál era, de por sí, el fundamento de
la religión judía?
La necesidad práctica, el Egoísmo.
El monoteísmo del judío es, por tanto,
en realidad, el politeísmo de las muchas necesidades, un politeísmo que
convierte incluso el retrete en
objeto de la ley divina…..
El dinero es el celoso Dios de Israel,
ante el que no puede legítimamente prevalecer ningún otro Dios. El dinero
humilla a todos los dioses del hombre y los convierte en una mercancía…..
El Dios de los judíos se ha secularizado,
se ha convertido en Dios universal. La letra de cambio es el Dios real del
judío. Su Dios es solamente la letra de cambio ilusoria.
Lo que de un modo abstracto se halla
implícito en la religión judía, el desprecio de la teoría, el arte, de la
historia y del hombre, como un fin en si, es el punto de vista consciente real,
la virtud del hombre de dinero. Los mismos nexos de la especie, las relaciones
entre hombre y mujer, etc., se convierten en objeto de comercio. La mujer es negociada.
c.
Dijo Carlos Marx en la página 7:
El cristianismo es el pensamiento
sublime del judaísmo, el judaísmo la aplicación práctica vulgar del
cristianismo, pero esta aplicación solo podía llegar a ser general una vez que
el cristianismo, como la religión ya terminada, llevase a términos teóricamente
la auto enajenación del hombre de sí mismo y de la naturaleza.
Sólo entonces pudo el judaísmo imponer
su imperio general y enajenar al hombre enajenado y a la naturaleza enajenada,
convertirlos en cosas venales, en objetos entregados a la servidumbre de la
necesidad egoísta, al tráfico y a la usura.
d.
Dijo Carlos Marx en la última página (8):
…..No es, por tanto en el Pentateuco o
en el Talmud, sino en la sociedad actual, donde encontramos la esencia del
judío de hoy, no como un ser abstracto, sino como un ser altamente empírico, no
solo como la limitación del judío, sino como la limitación judaica de la
sociedad.
Tan pronto logre la sociedad logre
acabar con la esencia empírica del judaísmo, con la usura y con sus premisas,
será imposible el judío, porque su conciencia carecerá ya de objeto, porque la
base subjetiva del judaísmo, la necesidad práctica, se habrá humanizado, porque
se habrá superado el conflicto entre la existencia individual-sensible y la
existencia genérica del hombre.
La emancipación social del judío es la
emancipación de la sociedad del judaísmo.
Después de leer este
texto, no se podrá negar la influencia del mismo en el panfleto antisemita de
la Rusia zarista “Los Protocolos de los Sabios de Sion”, ni en la ideología nazi
expresada por Adolf Hitler.
Ocultar la existencia
de este ensayo ha sido una tendencia general entre los marxistas que lo
conocen, sobre todo a partir de la Segunda
Guerra Mundial y el descubrimiento de lo que significó el Holocausto.
Los textos de Marx
circulaban por los ambientes intelectuales y si Adolf Hitler, que no era
precisamente un intelectual, leyó algunos de ellos ya que menciona a Carlos
Marx o al marxismo en su libro “Mi Lucha”
no menos de 100 veces, es obvio que gran parte de la izquierda europea
los leyó y que el mismo Hitler afirmó. Es claro que el desprecio por los judíos
que tenía Marx influyó en vastos sectores tanto de la izquierda como de la
derecha europea.
3)
Adolf Hitler y “Mi Lucha”,
Describir
el odio a los judíos de Hitler expresado en “Mi Lucha” no se justifica ya que
la realidad superó a las palabras. Para Hitler el marxismo era parte del movimiento de conspiración de
los judíos para dominar Alemania, de ahí su odio al marxismo.
De la lectura de Mi Lucha, pueden extraerse algunas
consideraciones de Hitler significativas sobre marxismo:
“Al
morir mi madre fui a Viena por tercera vez, y permanecí allí algunos años….. En
aquella época debí también abrir los ojos frente a dos peligros que antes
apenas si los conocía de nombre, y que nunca pude pensar que llegasen a tener
tan espeluznante trascendencia para la vida del pueblo alemán: el MARXISMO y el JUDAÍSMO” Mi Lucha pag: 17.
Hitler
reconoce haber leído sobre marxismo, “Llevado
por las lecciones diarias de la experiencia, comencé a investigar los orígenes
de la doctrina marxista. En casos
concretos, su actuación me parecía clara”;” Comencé a entrar en contacto con
los fundadores de la doctrina, a fin de poder estudiar los principios en que se
fundaba el movimiento marxista”. Mi
Lucha pag; 42 y 43.
Si el judío, con
la ayuda de su credo socialdemócrata, o bien, del marxismo, llegase a
conquistar las naciones del mundo, su triunfo sería entonces la corona fúnebre
y la muerte de la Humanidad. Nuestro planeta volvería a rotar desierto en el
cosmos, como hace millones de años”. Mi
Lucha pag; 43
Hitler admira ciertas
acciones del marxismo, respecto a la Propaganda:
“Habituado a seguir con marcada atención el curso de los
acontecimientos políticos, la actividad de la propaganda me había interesado
siempre en grado extraordinario. Veía en ella un instrumento que justamente las
organizaciones marxistas y
socialistas dominaban y empleaban con maestría” Mi Lucha pag: 108
“Lo que al marxismo le dio el
asombroso poder sobre las muchedumbres no fue de ningún modo la obra escrita,
de carácter judío, sino más bien la enorme avalancha de propaganda oratoria que
en el transcurso de los años se apoderó de las masas. Entre cien mil obreros alemanes no hay, por término
medio, cien que conozcan la obra de Marx,
obra que desde un principio fue estudiada mil veces más por los intelectuales,
y ante todo por los judíos, que por los verdaderos adeptos al marxismo”. Mi Lucha pag: 279.
Respecto a
los grandes eventos:
“La victoria del marxismo
se debió también a las formidables demostraciones colectivas, a aquellas
manifestaciones de cientos de miles de hombres, ante los cuales los individuos
se consideraban mezquinos gusanos, pero, a pesar de eso, se enorgullecían de
pertenecer a la gigantesca organización, al soplo de la cual el odiado mundo
burgués podría ser aventado, permitiendo a la dictadura proletaria festejar su
victoria final”. Mi
Lucha Pag: 280
Hitler admite que
leyó a fondo El
capital de Karl Marx: “Llegué a penetrar el contenido de
la obra del judío Karl Marx. Su libro El
capital empezó a hacérseme comprensible y, asimismo, la lucha
de la socialdemocracia contra la economía nacional, lucha que no persigue otro
objetivo que preparar el terreno para la hegemonía del capitalismo
internacional”, Mi Lucha pag: 131.
Y concluye
con una definición muy fuerte: “Karl Marx fue, entre millones, realmente el único que con
visión de profeta descubriera en el fango de una Humanidad paulatinamente
envilecida, los gérmenes del veneno social, agrupándolos, cual un genio de la
magia negra, en una solución concentrada, para poder destruir así, con mayor
celeridad, la vida independiente de las naciones soberanas del orbe. Y todo
esto sólo al servicio de su propia raza”, Mi Lucha pag: 225.
4)
Entre Marx e Hitler hay ciertas coincidencias y también
diferencias.
Finalmente, con 80 años de diferencia, Hitler expresa una
tesis similar a la de Marx respecto a la intención de los judíos de dominar el
mundo en su beneficio y que, para evitarlo, era necesario que desapareciera el
judaísmo.
En su paranoia, Hitler vio en el marxismo un instrumento más
de los judíos para lograr sus objetivos
Ambos despreciaban y odiaban al judío y no le encontraban
ninguna virtud.
También despreciaban la Democracia y el Capitalismo. Eran
partidarios de la intervención del Estado como organizador de la sociedad.
Por último, Marx pregonaba que el socialismo fuese universal
y abarcara a todos los pueblos mientras que para Hitler, que fuese Nacional o
sea, solo en Alemania, con todas las connotaciones racistas que esto incluía
alfredo.tolchinsky@gmail.com