Natalio Steiner/ Fin de la comunidad judía de Bagdad

La otrora brillante vida judía en Irak parece estar al final de sus días luego de 2,700 años de antigüedad. Después de la muerte del doctor Dhafer Eliyahu, un médico conocido por su preocupación por el tratamiento de los débiles de la sociedad sin ninguna compensación, solo cuatro judíos quedan vivos en Bagdad.


Eliyahu fue enterrado en el cementerio judío Habibiyah en Bagdad, ubicado entre el monumento al mártir construido por Sadam Huseín y la ciudad de Sadr, un suburbio chiita de la capital iraquí. “El día que murió, recé por su tumba”, dijo a la agencia AFP la hermana del médico judío conocido por su amabilidad. “Hubo amigos de otras religiones que se unieron en una oración conjunta en su memoria”, dijo la hermana.

La situación de la comunidad judía en Irak es muy mala. Antes de la Operación Ezra y Nehemías en la década de 1950, había cerca de 150,000 judíos en el país, pero ahora solo quedan 4 en Bagdad. Como resultado, solo hay una sinagoga en Bagdad que está apenas activa y también solo abre ocasionalmente. La comunidad que comenzó con el exilio babilónico y la destrucción del Primer Templo en el 586 AEC y en su apogeo constituía el 40% de la población de Bagdad, simplemente está a punto de desaparecer.

“Quedan 4 judíos en el país con ciudadanía iraquí, que son descendientes de padres judíos”, dijo al periódico Israel Hayom  Edwin Shocker, un judío que nació en Irak en 1955 y ha vivido en Gran Bretaña desde los 16 años.

El primer punto de inflexión en la vida de la comunidad judía en Irak fue el ataque contra los judíos en Shavuot en 1941. En el mismo pogromo, apoyado por la Alemania nazi, las casas de unos 50,000 judíos fueron saqueadas y al menos 200 judíos fueron asesinados, 2,100 resultaron heridos y 242 niños quedaron huérfanos. El crecimiento de la conciencia sionista en Irak después de este hecho finalmente condujo a la Aliyá masiva al Estado de Israel en la Operación Ezra y Nehemías liderada por el recientemente fallecido expresidente de la Knéset de Israel, Shlomo Hillel Z”L (Leer el libro Operación Babilonia).

Paradójicamente, Sadam Huseín ofreció cierta protección a los judíos de Bagdad que en la década del 90 sufrieron un atentado en su única sinagoga, pero hacia el año 2003, durante la segunda guerra del golfo Pérsico, ya no quedaban más de 100 judíos en Bagdad.

El único lugar de Irak donde los judíos tenazmente sobreviven es en el norte, en la zona autónoma kurda. Allí viven en paz y armonía con los vecinos musulmanes que derrotaron al ISIS, unas 400 familias judías. Muchos tienen relación con Israel. El final para una comunidad milenaria creadora del Talmud babilónico.