Biden presiona a Israel para que abra un consulado para palestinos en Jerusalén

 La administración Biden está trabajando entre bastidores para persuadir a Israel de que reabra el consulado de Estados Unidos en Jerusalén para los palestinos. Se cree que el asunto se planteará durante una reunión entre el primer ministro Naftali Bennett y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prevista para finales de agosto. Ambas partes, sin embargo, han querido restar importancia a sus desacuerdos sobre la cuestión.


La legislación propuesta por Barkat, antiguo alcalde de Jerusalén, prohibiría a cualquier país establecer una misión diplomática en Jerusalén que no sea una misión en Israel. El proyecto de ley especifica además que cualquier misión establecida para prestar servicios consulares específicamente a los residentes de Jerusalén requerirá un permiso especial del gobierno israelí.

Por su parte, la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961, que define un marco para las relaciones diplomáticas entre países independientes, estipula que el “Estado invitado [en el caso de EE.UU.] no puede, sin el previo consentimiento expreso del Estado receptor [Israel], establecer oficinas que formen parte de la misión en localidades distintas de aquellas en las que la propia misión esté establecida”.

Barkat, que en julio se reunió con varios congresistas y senadores republicanos y demócratas en Washington para explicarles los peligros de esa medida, dijo a Israel Hayom: “El acto de establecer un consulado palestino en Jerusalén significa reconocer a Jerusalén como capital de PalestinaEl consentimiento de la administración [Biden] en este asunto es desastroso. Tengo la intención de luchar enérgicamente contra esta peligrosa decisión. Es una línea roja que no se puede cruzar. Jerusalén seguirá siendo la capital de la Jerusalén unificada por toda la eternidad”.

Como informó Israel Hayom a finales de julio, el gobierno de Biden quiere que la actual coalición israelí permanezca intacta y, en consecuencia, no es probable que la desafíe o plantee demandas firmes, como la reapertura de un consulado palestino en Jerusalén, hasta que apruebe el presupuesto nacional en la Knesset.

“Los funcionarios de la administración entienden que la aprobación del presupuesto es la prueba definitiva para la supervivencia del gobierno. Por lo tanto, hasta que no se apruebe, no pretenden causar ninguna sacudida que pueda ponerlo en peligro”, dijo un funcionario estadounidense a Israel Hayom.

El deseo estadounidense de evitar que el líder de la oposición, Benjamin Netanyahu, vuelva al poder, añadió el funcionario, junto con el hecho de que la actual coalición incluye partidos de izquierda y el partido árabe Ra’am, son algunas de las razones del enfoque favorable de la administración Biden.

A modo de recordatorio, durante una visita a Israel en mayo, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, anunció los planes para reabrir el consulado de Jerusalén, que durante años sirvió como embajada de facto ante los palestinos.

La anterior administración estadounidense cerró el consulado en Jerusalén en marzo de 2019, trasladándolo bajo la embajada de Estados Unidos en la capital. El cierre del consulado fue un duro golpe para los palestinos y disminuyó la posición de la Autoridad Palestina en Washington.

Durante su campaña electoral, Biden prometió reabrir el consulado palestino, pero, como se ha dicho, tal medida parece violar la ley israelí, estadounidense e internacional.

La ley básica de Israel: Jerusalén, capital de Israel (1980), estipula que “Jerusalén, completa y unida, es la capital de Israel”. Abrir una misión diplomática en nombre de una entidad extranjera podría ir en contra del estatus de Jerusalén, tal y como establece la ley israelí.

Otro obstáculo legal para el traslado es la Ley de la Embajada de Jerusalén de 1995, aprobada por abrumadora mayoría por la Cámara de Representantes y el Senado de EE.UU., que reconoce a Jerusalén unida como capital de Israel y afirma que “Jerusalén debe seguir siendo una ciudad indivisa”.

La Oficina del Primer Ministro aún no ha respondido a una solicitud de comentarios.

Fuente: Israel Hayom / Israel Noticias