El CIDICSEF organizó una exitosa conferencia el 25 de agosto, por zoom, con expertos en el tema del Emperador del Brasil: Pedro II y su admiración por la cultura judía. Se trata de David Albagli y Esther Kuperman (ambos del Brasil) y Mario Eduardo Cohen del CIDICSEF.
Los tres coincidieron que este
tema es prácticamente desconocido tanto en América hispana como en el propio Brasil
y que la actividad era un verdadero aparte a su conocimiento. Al final hubo
opción a preguntas y y el video de la actividad se lo puede encontrar en el
canal de YouTube del CIDICSEF.
Nos referimos a Pedro II del Brasil (nacido en 1825 en Río de Janeiro
y fallecido en París en 1891). Reinó durante 58 años el Brasil (en la primera
época con un regente y a partir de 1841 en forma directa).
La introducción estuvo a cargo del economista y
dirigente David Albagli. Analizó el origen de la dinastía de los Braganza de
Portugal (a la que pertenecía Pedro II) que
habrían tenido, en el primero de la familia Braganza, un origen judío (discuten
los historiadores si se trata de una leyenda o historia real). Luego señaló que Portugal le antecedió en
varias décadas a España en la anulación de la Inquisición. Recordó
que en 1989, el presidente de Portugal, Mario Soares pidió perdón formal
a los judíos por las persecuciones que generó el decreto de expulsión y la
conversión forzosa llevada a cabo hace cinco siglos.
La profesora Esther Kuperman señaló (en
portugués) que el Brasil del siglo XIX
creció en gran parte por la economía asentada en la esclavitud. La economía del
norte de Brasil basada en el cultivo del azúcar
sufrió con la baja de su precio internacional y con la libertad de los
esclavos. Mientras que creció el sur
basado en el café y en la industrialización.
Señalo que mientras que las ex colonias hispanas se
desmembraban, Brasil se expandía, en parte gracias a las políticas de Pedro II
ADMIRACIÓN POR LA CULTURA JUDÍA.
Luego tomó la palabra el Dr. Mario Eduardo Cohen,
presidente del CIDICSEF y entró en el tema de la admiración de Pedro II por la
cultura judía.
Sugirió que quizás su interés por el judaísmo por
ser un gran lector del Libro de los Libros. Escribió en su propio diario
personal: “Estudié
Otra explicación de su interés por la cultura pueden
encontrarse en su propia vida —sus padres lo abandonaron cuando tenía cinco
años—, desde muy pequeños se dedicó a los libros, a los idiomas y a la cultura
en general.
Señaló que hablaba
francés, inglés, italiano, griego, árabe, sanscrito, lengua tupí y el hebreo
“que era su idioma predilecto” (*).Visitó varias sinagogas. En la de San Francisco
(Estados Unidos) pidió leer
Es de señalar que Pedro II tradujo al francés muchos textos hebreos: una
gramática, la conocida canción Jag Gadía (del Pésaj) y antiguos cantos de Brit
Milá y Purim. Al respecto decía un comentarista de la época: “Ninguno de nosotros, hombres de letras tuvo
la idea de salvar del olvido estas piezas del folklore judaico, hasta que un
emperador brasileño las recopiló, las interpretó, las tradujo y las publicó,
con total fidelidad a los originales”.
Un biógrafo de la época
señaló el interés por la lengua hebrea (Ephraim Deyanard): “Su Majestad se destacó y grabó su nombre en
letras luminosas en la historia y el corazón del pueblo del Dios de Abraham…”.
“Decenas de miles de hijos de Israel recordarán a Su
Majestad (Pedro II) por la gran honra
que le confirió a este antiguo pueblo al haber estudiado su lengua”.
EL “MILAGRO” DE LA
SALVACIÓN DE LA TORÁ DE PEDRO II.
Entre sus colecciones
personales se contaba con una antigua Torá del siglo XIII. La misma se hallaba
entre las colecciones del Museo Nacional de Brasil destruido totalmente por un
incendio en el 2018. Milagrosamente la Torá se salvó ya que se encontraba en
restauración en un edificio contiguo.
Cerró la conferencia el Dr.
Mario Eduardo Cohen con las palabras escritas por su biógrafo, el rabino Benjamín
Mossé, que resalta no sólo el conocimiento de la lengua sino también su interés
por la suerte del pueblo judío:”(Pedro II
era) un conocedor a fondo del hebreo. Ciertamente, hablaba más fluido la lengua
que muchos hijos de Israel. No solamente amaba nuestra lengua, nos amaba a
nosotros, elogiaba las virtudes de nuestro pueblo y se indignaba con el
antisemitismo”.
Al finalizar el Dr. Cohen planteó varias preguntas respecto
al origen de su admiración por la cultura judía. Una posibilidad es por la
búsqueda de las fuentes de la Biblia, otra podría ser por su amistad con el
rabino B. Mossé y otros intelectuales judíos, o quizás por su pasión por las
traducciones, etc. El tema no está cerrado y espera nuevas investigaciones.
(*) Sonia Sales: “D. Pedro II e seus amigos judeus”. Goiania, 2011.