Unidades del ejército sirio respaldadas por las milicias apoyadas por Irán reanudaron el domingo el bombardeo de un enclave rebelde en el sur de Siria tras el fracaso del acuerdo mediado por Rusia para permitir al régimen restablecer el control total sobre la zona.
Los generales rusos negociaron el acuerdo a última hora del martes para evitar una sangrienta guerra urbana tras el mayor bombardeo por parte de unidades de élite del ejército contra el núcleo rebelde de la ciudad de Daraa en un asedio de dos meses que ha obligado a huir a muchos de los 50.000 habitantes.
El acuerdo fracasó el viernes tras los desacuerdos sobre el alcance del control del ejército y el desarme de los antiguos rebeldes. La zona es la cuna de las protestas pacíficas de 2011 contra el dictador Bashar Assad y su familia, que fueron respondidas con la fuerza antes de extenderse por todo el país y evolucionar hacia la guerra civil.
Los rebeldes y los ancianos locales rechazaron el viernes las nuevas exigencias del ejército para que éste extienda los puestos de control por los barrios residenciales de Daraa al Balaad y realice registros casa por casa, diciendo que el acuerdo permitía una presencia menos penetrante cuando cayera bajo la completa administración civil del Estado.
También dijeron que la policía militar rusa debía mantener las patrullas para impedir la entrada de las milicias que habían cercado el enclave.
“Estas son nuevas exigencias imposibles de cumplir presentadas por el régimen y los rusos. Hemos llegado a un callejón sin salida”, dijo a Reuters Adnan al Masalameh, portavoz del comité de negociación de Daraa al Balaad.
Las fuerzas gubernamentales, ayudadas por el poder aéreo y las milicias rusas, retomaron la provincia de Daraa en 2018, y Moscú aseguró entonces a Israel y Estados Unidos que impediría que las milicias respaldadas por Irán invadieran la zona fronteriza.
Ese acuerdo obligó a miles de rebeldes respaldados por Occidente a entregar armas pesadas, pero impidió que las fuerzas de Assad entraran en Daraa al Balaad.
El ejército dijo el domingo que había preparado autobuses para la evacuación de los rebeldes opuestos al acuerdo a una parte del noroeste de Siria bajo control de los rebeldes respaldados por Turquía.
“Insistimos en el control total del ejército y en que no se vuelva al estado de anarquía y caos que había”, dijo un portavoz del ejército, acusando a los rebeldes de incumplir sus promesas.
Varios miles de antiguos rebeldes, civiles y sus familias insistieron en que sólo saldrían hacia Turquía y Jordania, países considerados como santuarios seguros, dijeron los negociadores locales.
El enclave y otras ciudades del sur de Siria han llevado a cabo, desde que el Estado recuperó el control de la provincia, protestas esporádicas contra el régimen autoritario de Assad que son poco frecuentes en zonas bajo control estatal.
Fuente: Reuters
