Polémica en Italia por los tatuajes nazis de un boxeador

 Michele Broili, que lucía el símbolo de las SS, el 88 o el 'totenkopf', perdió contra el inmigrante marroquí de nacionalidad italiana Hassan Nourdine


l boxeador Michele Broili, de 28 años, fue derrotado el pasado domingo en Trieste por Hassan Nourdine, de 34 años, en un combate por el título italiano del superpluma. Más allá del duelo deportivo, la contienda sirvió para reavivar el debate en Italia sobre la exhibición de símbolos nazis y fascistas.

Nourdine, púgil italiano nacido en Marruecos, se llevó la victoria por decisión unánime frente a Broili, que exhibía diversos tatuajes con símbolos nazis, lo que trasladó el foco al derrotado. Las autoridades deportivas están examinando ahora cómo fue posible que un boxeador con tatuajes que incluían una bandera con la inscripción SS es miembro de la Federación Italiana de Boxeo Profesional (FPI).

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Así boxea Michele Broili, el polémico boxeador italiano que tiene tatuajes nazis

"Cuando subí al ring y vi esos tatuajes, me quedé impactado", dijo Nourdine, quien se marchó aclamado del ring. Los tatuajes de Broili con este tipo de simbología eran numerosos: el número 88, un código numérico supremacista blanco que representa el 'Heil Hitler'; el 'totenkopf', símbolo de la unidad paramilitar que ayudó a dirigir los campos de concentración en la Alemania nazi; y el logo de una organización de cabezas rapadas del Véneto. Antes de la pelea, Broili también hizo el saludo fascista a sus acompañantes.

"Encontré esos tatuajes obscenos. No hay justificación", explicó Nourdine, que vive en Asti, en la región del Piamonte. "La Federación Italiana de Boxeo debería haberse dado cuenta desde el principio que este boxeador tenía esas simpatías. La incitación al odio está castigada por la ley", añadió.

La Federación Italiana de Boxeo comunicó que tomará medidas, aunque tampoco justificó que haya tardado 16 combates -los que lleva Broili como profesional- en actuar. Según informan los medios italianos, la policía y la Fiscalía de Trieste se están planteando abrir una investigación criminal.

En 2017 el Gobierno italiano puso en marcha una ley para prohibir todos los símbolos fascistas y nazis, pero no logró la aprobación por parte de las dos cámaras. El caso de Broili ha reabierto el debate.


Fuente: Marca