Estudio israelí explora la interacción entre el sistema inmunológico y el cáncer

 Un nuevo estudio de la Universidad de Tel Aviv, que examinó la respuesta del sistema inmunológico al cáncer, puede ayudar en la guerra contra la dolencia.

Ciertas células del sistema inmunológico cuya función es destruir las células cancerosas actúan en cambio como “agentes dobles” que aumentan la amenaza del tumor.

El estudio israelí siguió el desarrollo de un tumor cerebral de glioblastoma en modelos animales con un sistema inmunológico normal, con el objetivo de simular el desarrollo del tumor en humanos.

Los hallazgos del estudio mostraron que hay células del sistema inmunológico que, aunque su función principal es atacar y matar las células cancerosas, en realidad actúan como “agentes dobles” que aumentan e intensifican la agresividad y amenaza del tumor, informó World Israel News.

El estudio fue dirigido por la Dra. Dinorah Friedmann-Morvinski de la Facultad de Ciencias de la Vida George S. Wise y la Escuela de Neurociencia Sagol, y su alumna de doctorado Prerna Magod. También participaron en el estudio la Dra. Liat Rousso-Noori e Ignacio Mastandrea, también de la Facultad de Ciencias de la Vida, así como otros investigadores de la Facultad de Medicina Sackler de la Universidad de Tel Aviv y el Instituto de Ciencias Weizmann.

El glioblastoma es el tipo más común de cáncer de cerebro y uno de los cánceres más violentos y mortales en los seres humanos, ya que la esperanza de vida promedio de los pacientes con glioblastoma es de 12 a 15 meses desde el momento de la detección.

Los investigadores explican que, por lo general, el seguimiento científico del desarrollo del tumor canceroso en modelos animales se realiza sin un sistema inmunológico activo que permita la absorción y el crecimiento de las células cancerosas en el organismo. La desventaja de este modelo de uso común radica en el hecho de que el sistema inmunológico no funciona correctamente, lo que impide que los investigadores controlen la interacción entre él y las células tumorales.

El estudio utilizó un modelo que examinó el desarrollo de células cancerosas en modelos animales con sistemas inmunitarios en funcionamiento. Esto permitió que el cáncer creciera gradualmente hasta convertirse en un tumor masivo, lo que permitió monitorear de cerca su desarrollo, y durante todo el proceso, la interacción entre las células cancerosas y las diferentes células del sistema inmunológico.

Los investigadores encontraron que las células llamadas neutrófilos desempeñan un papel fundamental en la interacción con el crecimiento canceroso. Los neutrófilos son células del sistema inmunológico que se originan en la médula ósea, y cuyo propósito es “tragar” o matar bacterias y hongos y combatir las infecciones causadas por ellos.

“Los neutrófilos son los soldados de primera línea del sistema inmunológico“, dijo el Dr. Friedmann-Morvinski. “Cuando un tumor comienza a desarrollarse, los neutrófilos se encuentran entre los primeros en movilizarlo y atacarlo para eliminarlo”.

Los investigadores encontraron que los neutrófilos permanecen muy cerca del tumor durante todo su desarrollo y se reclutan de manera continua y constante de la médula ósea. Lo sorprendente que se descubrió durante este estudio es que los neutrófilos “cambian de bando” y lo combaten, pero con el tiempo, los neutrófilos reclutados en el área cancerosa comienzan a apoyar su desarrollo.

“Aprendimos que los neutrófilos realmente cambian su función. Son movilizados por el propio tumor y, de ser anticancerígenos, se vuelven procancerosos; como resultado, agravan el daño que crea el propio tumor”, explicó Friedmann-Morvinski.

“El estudio mostró que el cambio en las propiedades de los neutrófilos tiene lugar en la propia médula ósea, donde no hay ningún tumor. El tumor canceroso se localiza solo en el cerebro, y desde allí logra cambiar las propiedades de las células que recluta”, agregó Friedmann-Morvinski.

Los hallazgos del estudio pueden arrojar luz sobre las terapias inmunoterapéuticas, que han ido ganando impulso en los últimos años. En un tipo de tratamiento de inmunoterapia, las células T se extraen del cuerpo del paciente, se procesan y se devuelven al cuerpo con mayor capacidad de curación.

Estas revelaciones son aparentemente los primeros pasos para descifrar el mecanismo de interacción entre el sistema inmunológico y los tumores cancerosos violentos.

Fuente: ©EnlaceJudío