Sandra Arroyo Salgado: “Me impacta con dolor que otros jueces entiendan que no hay que investigar la causa que llevaba Nisman”

 La jueza se mostró decepcionada por la decisión de la Justicia de sobreseer a la ex presidenta Cristina Kirchner en la causa que investigaba un posible delito en el pacto entre la Argentina e Irán en el 2013

La jueza de San Isidro Sandra Arroyo Salgado aseguró esta mañana sentirse impactada por la decisión de la Justicia de no continuar con la investigación sobre un posible delito en el pacto firmado entre la Argentina e Irán en 2013 y sobreseer a la ex presidenta Cristina Kirchner.

“Nos impacta con dolor que otros magistrados entiendan que no hay que investigar la causa que llevaba Alberto Nisman. Él puso en riesgo su vida (...) Él no era un fiscal más. Estaba investigando un atentado terrorista, había denunciado a la entonces presidenta. Con su trabajo estaba desarrollando una actividad que tenía un impacto político e institucional”, aseguró la magistrada en una entrevista con la periodista Romina Manguel en FM Millenium.

El último 7 de octubre, el Tribunal Oral Federal 8 resolvió sobreseer a Cristina Kirchner al determinar que no existió delito alguno en la firma de ese pacto.

El sobreseimiento no fue solo para la vicepresidenta. La decisión alcanza además al resto de los acusados, entre los cuales el Procurador del Tesoro Carlos Zannini, el viceministro de Justicia Juan Martin Mena, el ministro bonaerense Andrés Larroque o el senador Oscar Parrilli, el piquetero Luis D’Elía junto al ex funcionario de Cancillería y hoy embajador Eduardo Zuain y la ex procuradora del Tesoro Angelina Abbona, entre otros.

El fallo de 387 páginas fue firmado por los jueces Gabriela López Iñiguez, José Michilini y Daniel Obligado, como integrante del Tribunal Oral Federal 8. Cada juez dio las explicaciones de qué postura fijaban ante cada planteo.

En el Día de la Madre, la entrevista estuvo enfocada en la maternidad de la jueza y el rol especial que tuvo que asumir ante sus dos hijas, especialmente después de la muerte de su ex marido, el fiscal Alberto Nisman, en el 2015.

“Lo que sucedió con Alberto Nisman nos cambió a mis hijas y a mí muchísimo. Mis hijas tenían 15 y 8 años y las impactó. Iara, de 15 años, maduró de golpe, por momentos era como mi mamá y me apuntalaba. Kala transitó la pérdida sin poder expresar sus emociones”, afirmó Arroyo Salgado.

“A mí la maternidad me costó mucho. Hice autocrítica de muchas oportunidades en las que dejé de compartir momentos únicos en la vida de mis hijas por mi profesión. Pero mis hijas han aprendido mucho de esto que pasó”, agregó.

“Una vez tuve un caso, mi hija me preguntó qué había ocurrido, era por un caso de una desaparición de un avión. Les dije que aunque sea muy tarde me tenía que ir a trabajar. Iara, mi hija, me empezó a preguntar específicamente por quiénes eran esas personas. Eso fue una muestra de madurez”, aseguró.

A su vez, Arroyo Salgado recordó todos los detalles familiares que surgieron a raíz de la aparición del cuerpo sin vida de Nisman en el baño de su departamento en Puerto Madero.

“Era imposible poder mantenerlas al margen de lo que sucedió. Ellas vivieron todo en vivo y en directo. El modo de lo que sucedió con el padre de las chicas fue inesperado, trágico. Como dije tantas veces, desde que supe que había un arma en el lugar, mi primera intuición fue que esto había sido un homicidio”.

Arroyo volvió a recordar el momento en el que se enteraron de la noticia de la muerte de Nisman. “Estábamos en el viaje de 15 de Iara en Paris, y recibo un llamado que me decían que Alberto no respondía los llamados y el timbre, y a partir de ahí mis hijas empezaron a vivir conmigo la intuición de que algo grave estaba pasando”.

Arroyo Salgado aseguró que su familia fue objeto de intereses político y que tanto ella como sus hijas intentaron en todo momento mantenerse al margen “de cualquier manoseo con intenciones políticas”.

“Yo quería preservar a mis hijas porque eran las víctimas directa de lo que se decía de su padre. Ambas siempre estuvieron muy bien informadas. Incluso, muchas veces yo me enteraba de muchas cosas por lo que me decían mis hijas”, aseguró.

“De repente nos metían en temas, en informaciones de las que nosotros desconocíamos en absoluto. Yo me había separado en el 2011 y había muchas cosas que salían a la luz que yo ni estaba enterada. Son escenarios para los cuales una no está preparada y la vida nos pone ante esa situación en la que hay que ver cómo responder a todo eso. Mi única meta era siempre no actuar a través del miedo. No hay que dejarse ganar en los pensamientos y en la acción por el miedo. Yo me centré en mis hijas y en no permitir que el miedo las paralice”.


Fuente: Infobae