Natalio Steiner/ Jerusalén: es hora de agarrar a la serpiente

Eliahu Key, olé sudafricano de 26 años, llegó sólo a Israel en 2016. Dejó a su familia en Sudáfrica por amor al estado hebreo. Era un sionista de alma. Siendo más joven, estudió un tiempo en una Yeshiva de Jabad. Hace un tiempo cambió de rumbo y se secularizó viviendo en el kibutz Nirim, cerca de Gaza. Amaba su trabajo de guía turístico en el Kotel.

Caminando por uno de los pasillo de la Ciudad Vieja, lo sorprendió la muerte en manos de un canalla islamista disfrazado de ser humano. Su asesino, glorificado en Gaza y en Jerusalén Oriental por haberse hecho un mártir por matar o herir judíos, era un importante teólogo musulmán radicalizado.

El “teólogo” tenía 42 años, 5 hijos y una esposa que tres días antes salieron rumbo a Jordania, prueba evidente que el atentado fue planificado. Fady Shkahidam portó una ametralladora liviana que no es usada por el ejército de Israel y probablemente haya pasado de contrabando desde Jordania.

El sueldo del asesino como docente era pagado por el Ministerio de Educación de Jerusalén

Todos los días vomitaba su odio antisionista en la mezquita de Al Aksa, en el Monte del Templo. Enseñaba la Sharía en una escuela islámica cerca de la Puerta de Herodes. Sus alumnos fueron adoctrinados en su odio y eso no pasó en Gaza sino en Jerusalem. Es más; su sueldo como docente era pagado por el Ministerio de Educación de Jerusalén. Menos mal que Eliahu Kay no llegó a saberlo. El estado que el amaba le pagaba a un personaje siniestro muy conocido por los servicios de seguridad y por los jordanos cuya autoridad religiosa se ejerce en el Monte del Templo. Alguién en Israel debería explicar esto.

Una nueva ola de terrorismo liderada por Hamas

Es difícil pasar por alto la preocupación en el sistema de defensa tras el ataque a tiros en Jerusalén. Aunque se han llevado a cabo ataques similares en el pasado, el temor ahora es una nueva ola de terrorismo liderada por Hamas en Gaza pero que el campo operativo sea Jerusalén.

La investigación preliminar del ataque muestra que el terrorista, Fadi Abu Shkahidam, actuó solo. Aunque pertenecía a Hamas, no parecía tener socios. La investigación ahora buscará averiguar si recibió instrucciones o financiamiento para llevar a cabo el ataque, y de dónde obtuvo el arma estándar que disparó.

Shkahidam no se ajusta al perfil del terrorista medio. Era un hombre relativamente mayor , casado y padre de hijos. Era un teólogo ultraislámico. No era el modelo del que se va a inmolar sino el especialista en formar inmoladores. Es probable que, a diferencia de la mayoría de los pocos terroristas que han llevado a cabo ataques terroristas en los últimos años, su motivo fuera más ideológico que personal.

Un vistazo a su página de Facebook revela bastantes pistas en esa dirección. El ataque mortal se llevó a cabo después de un largo período en el que las fuerzas de seguridad lograron frustrar muchos intentos de ataques en la ciudad.

Jerusalén, blanco principal: cuatro razones

Jerusalén fue y sigue siendo el principal objetivo de los ataques terroristas, especialmente el área de la Ciudad Vieja, que tiene una concentración relativamente grande de objetivos, desde agentes de policía hasta ciudadanos judíos.

Desde la operación antiterrorista de mayo pasado, la presencia policial en el área de la Ciudad Vieja se ha intensificado. Esto permitió un golpe relativamente rápido sobre el terrorista; 32 segundos desde el momento del disparo. El funcionamiento eficaz de la policía impidió un ataque mucho más mortífero, pero incluso esta vez no pudo evitar por completo .

La alta accesibilidad de los terroristas a las armas, la facilidad con la que los residentes de Cisjordania pueden ingresar a la Línea Verde y, como se mencionó, la alta fricción entre judíos y palestinos en el área de la Ciudad Vieja, crean un desafío significativo para las fuerzas de seguridad.

La tercera razón es la situación económica en Cisjordania y entre los árabes de Jerusalén Oriental, que está empujando a muchos a los brazos del terrorismo. La cuarta razón, como siempre, es el estatus de Jerusalén y su explosividad, ciertamente en el contexto del estancamiento político en curso entre Israel y la Autoridad Palestina, y los esfuerzos del Hamas para apropiarse de la lucha por la ciudad.

En la actualidad, no se esperan refuerzos en Judea y Samaria, quizás con la excepción de cambios puntuales en Jerusalén. Las FDI operan en Cisjordania con fuerzas relativamente pequeñas y concentran sus operaciones en operaciones contra objetivos terroristas.

Sin embargo, sí queda claro en los próximos días que se trata de una nueva ola de ataques terroristas, las FDI deberán enviar personal adicional a los territorios para crear disuasión.

Ha llegado el momento de presentar a Hamas la disyuntiva: calma o guerra, en todos los frentes

Por otro lado, la coalición de gobierno no puede hacerse la distraída, y mucho más cuando la existencia de la actual coalición que lidera Bennet se basa en los cuatro mandatos de un partido árabe islamista que en no pocas cosas coincide con el Hamas pero actúan “políticamente en forma correcta”.

Desde la muerte hace tres meses del soldado Shmuel Barell, asesinado a sangre fría en el límite con Gaza, Israel contuvo en Judea y Samaria la expansión de la violencia que se ve incrementada en intentos de atropellamientos, apuñalamientos fallidos, arrojamiento de bombas incendiarias contra omnibuses israelíes y otras formas de provocación anárquica.

Al mismo tiempo, se le debe pedir al gobierno de Israel que agudicen sus mensajes a Hamas en Gaza. La organización está jugando un doble juego con Israel: pero Israel no debe seguir aceptando: ha llegado el momento de presentar a Hamas la disyuntiva: calma o guerra, en todos los frentes.

No se puede hablar de tregua en Gaza mientras en Jerusalén, además de  Judea Samaria, se atacan a israelíes.

El gobierno deberá sopesar sino no conviene ya ir por las cobardes cabezas del Hamas que envenenan a la población palestina. Y si alguno piensa que el problema de la violencia es “ la ocupación” de Jerusalén por Israel que vayan pensando en el costo en vidas de la “ desocupación del suelo patrio bajo el yugo terrorista”.