Violencia de género, cruzando fronteras

 Este 25 de noviembre se destacó en todo el mundo libre como Día de concientización sobre la Violencia de Género.

Como es de conocimiento público, el año y medio de la pandemia ha incidido dramáticamente en el problema de la violencia familiar en general y contra la mujer en particular.

En Uruguay, según datos publicados por la Vicepresidenta de la República Beatriz Argimón, en el transcurso del 2020 fueron presentadas más de 33.000 denuncias por violencia contra la mujer.Eso equivale a 109 por día, o sea una cada 13 minutos.

En Israel por su parte, aumentó la cantidad de solicitudes de ayuda presentadas a distintas instancias, a las autoridades general (un 800% más al número 118 de emergencia, por dar el ejemplo más notorio), de pedidos de ingreso a refugios y expedientes policiales(aumento de un 22%). Lo peor: también creció el número de víctimas mortales de dicha violencia: en el 2019 fueron asesinadas 17 mujeres y en el 2020 fueron 26.

En marzo del 2020 WIZO inauguró un refugio para mujeres y sus hijos, que estuvo totalmente ocupado hasta la última semana de diciembre por 174 mujeres y 268 niños de entre 3 semanas y 16 años.

 

Problema general, acentos sectoriales

La violencia de género no es exclusividad de un sector ni de una cultura. Desgraciadamente, parece no haber ninguna sociedad humana exenta del flagelo. Pero sí hay diferencias en la incidencia del fenómeno.

WIZO publicó un extenso y detallado informe sobre la problemática de la violencia familiar y contra la mujer. Estos son algunos de sus datos principales:

-Las mujeres árabes, que son el 20% de las ciudadanas, son el 40% de las mujeres en refugios.

-Las mujeres de la comunidad de origen etíope, que son el 1.6% de la población de mujeres, son el 10% de las mujeres en refugios.

-Las mujeres oriundas de la ex Unión Soviética, que son el 13% de la población de mujeres, son el 9 en los refugios.

- Las mujeres del sector haredi, ultraortodoxo, son el 12% de la población de mujeres en el país, y el 6% en los refugios.

El cálculo de la diferencia-que no está hecho explícitamente en el informe- arroja que  las mujeres de todos estos grupos minoritarios, que son casi el 47% de la población femenina de Israel, constituyen el 65% de las mujeres en los refugios.

Evidentemente, esto explica sólo parte de la situación,ya que en todo sector puede haber mujeres que sufren de violencia y no logran llegar al punto en que consiguen irse de la casa y pedir refugio.

A la entrada del hospital Shaarei Tzedek de Jerusalem aparecía este miércoles este cartel en árabe-y a su lado otro idéntico en hebreo-exhortando a todos a no callar ni hacer la vista gorda si ven algo que sugiere violencia contra una mujer. Explica que de 200.000 mujeres que sufren violencia todos los años, sólo la cuarta parte denuncia

 

Un comentario general

Cada uno puede ayudar, estando atento y decidiendo a no mirar a un costado cuando capta que hay una mujer sufriendo violencia en su propia casa o de su pareja. Hay señales internacionales para alertar. Y es imperioso prestar atención.

Es muy importante tomar conciencia del hecho que violencia no son sólo los golpes, no es sólo el ataque físico. Mujeres que son víctimas de maridos violentos, generalmente también son presas de ellos en temas económicos. No son dueñas de su sueldo ni de su cuenta de banco, no pueden manejar su dinero, así como tampoco sus horarios y contactos.

Hay que estar atentos con ojos y oídos abiertos, para poder ayudar.

 

Un relato especial

Es una gran cosa cuando a raíz de noticias o fechas que causan impacto, surgen oportunidades para ver cómo grandes declaraciones tienen asidero fuerte en la realidad.

Días atrás publicamos una entrevista con la Arquitecta Nadin Hakas, Presidenta de WIZO, quien destacó la vasta actividad de esta gran institución femenina-de alcance mundial- en una diversidad de temas de aporte a la sociedad, muy especialmente en todo lo referente a la lucha por la defensa de la mujer.

Y he aquí que llegó el 25 de noviembre, señalado a nivel mundial como Día Internacional contra la Violencia de Género, un flagelo que cruza fronteras y ataca en culturas y credos diversos. Y éste fue el marco que nos dio la idea de esta nota.

 

En el programa Marhabet en la radio pública israelí KAN, dedicado a la situación de la sociedad árabe israelí, su director el periodista Eran Singer dedicó la edición del día precisamente al tema de la violencia contra la mujer y sus singularidades en el caso de la mujer árabe.

 Entrevistó a una mujer de nombre Suzie, cuyo apellido no fue revelado, que fue víctima de violencia extrema de su esposo, inclusive ante la mirada de sus hijos pequeños. “Yo logré salir, es posible, pero requiere un gran esfuerzo”, contó Suzie, quien tras un incidente de especial gravedad, cuando su pareja trató de estrangularla, decidió “no va más” y se fue de la casa con sus hijos a un refugio. No volvió más. Logró divorciarse y salvarse de lo peor, pero no ha alcanzado aún la plena tranquilidad ya que su ex esposo continúa hostigando y molestando. Pero hoy siente que su situación es otra totalmente.

Parte de su relato se refirió al apoyo que recibe del sistema, de las autoridades del Bienestar Social encargadas del tema, que se interesan por ella y los niños y procuran ayudar, y por sobre todo-así contó- de WIZO. “Tenemos encuentros semanales en WIZO y vivo esperándolos. Son importantísimos para mí, por el abrazo que dan, por el apoyo que irradian, tan fuerte y tan necesario”.

Por Ana Jerozolimski
Fuente: Semanario Hebreo Jai