¿Israel se dirige a otras elecciones anticipadas?

El sistema político de Israel se está preparando para varios escenarios posibles tras las informaciones de que el ex primer ministro Benjamin Netanyahu y la Fiscalía del Estado están en conversaciones para llegar a un acuerdo de culpabilidad. Ninguna de las partes, por su parte, ha negado hasta ahora la veracidad de los informes.

El primer escenario

Las negociaciones llegan a un punto muerto y las partes no consiguen llegar a un acuerdo de culpabilidad antes del mes que viene, cuando el fiscal general Avichai Mendelblit debe concluir su mandato. Según las especulaciones, en este caso el panorama político no cambiaría prácticamente, y Netanyahu sería la principal fuerza de la oposición. Seguramente dirá que no firmó un acuerdo porque cree en su total inocencia y que el juicio, tal y como se está desarrollando actualmente, demuestra que el Fiscal del Estado carece de pruebas suficientes para condenarle por los graves cargos que se le imputan. Las probabilidades de que este escenario se desarrolle se consideran altas.

El segundo escenario

Netanyahu firmará un acuerdo de culpabilidad, pero esta vez le obligará a retirarse de la vida política. Para muchos de los partidos que componen la coalición, este no es un escenario tan malo. Los partidos de izquierda llevan años deseando la salida de Netanyahu debido a su considerable popularidad en relación con los demás actores de la escena política, y un acuerdo así vería por fin cumplidos sus deseos.

Los líderes de los partidos de derecha de la coalición tampoco derramarán una lágrima si Netanyahu renuncia a la vida política. Para algunos de ellos, como Gideon Sa’ar y Avigdor Lieberman, deshacerse de Netanyahu se ha convertido en su principal ambición. Con ello, la persona con más probabilidades de pagar el precio de una salida de Netanyahu es el primer ministro Naftali Bennett, que podría perder su escaño si Netanyahu deja de ser un jugador en el campo de juego político.

La suposición en el sistema político es que en el momento en que Netanyahu se aparte y el Likud celebre elecciones primarias, el nuevo presidente del partido trabajará para establecer un gobierno de derechas lo suficientemente fuerte como para sustituir al actual, sin necesidad de unas elecciones generales. En la actualidad hay 65 diputados de derechas en la Knesset, que pueden ser apoyados por partidos como Israel Beytenu, Azul y Blanco, y tal vez incluso Yesh Atid, para establecer una amplia coalición a expensas de la actual. Las probabilidades de que este escenario se desarrolle también son considerablemente altas.

El tercer escenario

Otro escenario con probabilidades relativamente altas de materializarse es que los distintos bandos, incluido el futuro presidente del Likud, no sean capaces de formar gobierno mientras esta Knesset esté en sesión y vayan a unas elecciones generales. Este escenario también es una mala noticia para Bennett y su partido Yamina, aunque desde la perspectiva de los demás miembros de la coalición no sería del todo inoportuno. En unas elecciones sin Netanyahu, el bloque de izquierdas puede, por primera vez en más de una década, presentar un candidato en igualdad de condiciones que el de la derecha, lo que podría reflejarse en el resultado de las elecciones y quizás incluso conducir a una victoria. Mientras tanto, parece que las probabilidades de que se forme un gobierno alternativo durante esta Knesset son mayores, ya que los MK serán reticentes a dispersarse si existe otra opción.

El cuarto escenario

Por otro lado, un escenario con escasas probabilidades de producirse es que en las próximas semanas las partes firmen un acuerdo y Netanyahu siga siendo un actor en la arena política. En ese caso, la coalición podría cerrar filas aún más, ya que su principal amenaza, Netanyahu, habrá dejado atrás la saga de acusaciones y dirigirá sus nuevas energías hacia otra carrera hacia la presidencia. Si este escenario se desarrolla, la presión sobre la derecha para derribar este gobierno se intensificará, ya que todos los que rechazaron a Netanyahu debido a sus inminentes acusaciones tendrán que admitir que el hecho de que no haya sido castigado severamente y no haya sido declarado culpable de bajeza moral, indica que desde el principio los cargos contra él no justificaban la destitución de un primer ministro.

El consentimiento del fiscal general para un acuerdo de culpabilidad, que permitirá a Netanyahu seguir en la política sin bajeza moral, es una clara admisión de que los casos contra él son endebles e incapaces de soportar el escrutinio del tribunal. Esto expondría a Mendelblit a una inmensa crítica pública y prácticamente eliminaría sus posibilidades de convertirse en juez del Tribunal Supremo. Las probabilidades de que este escenario se desarrolle, como se ha dicho, son escasas.

El quinto escenario

Este escenario, cuyas probabilidades de llegar a buen puerto son prácticamente inexistentes, consiste en que, a pesar de la dimisión de Netanyahu de la vida política, la actual coalición siga su camino, Bennett concluya su mandato rotatorio como primer ministro y Yair Lapid le sustituya como estaba previsto. Desgraciadamente para Bennett, que desea este escenario más que nada, las probabilidades de que ocurra realmente son escasas.

Fuente: Israel Hayom / Israel Noticias