La cadena alemana DW despide a 5 empleados árabes tras descubrir su antisemitismo

 La cadena pública alemana Deutsche Welle ha despedido a cinco empleados, cuatro de ellos de su sección árabe, tras una auditoría condenatoria sobre el antisemitismo en el lugar de trabajo.

La auditoría, basada en una investigación de dos meses, encontró casos aislados de antisemitismo, pero ningún problema sistémico. También se despidió a varios trabajadores autónomos; otros ocho casos siguen siendo investigados, según la prensa.

Se trata de declaraciones antisemitas virulentas hechas por el personal dentro y fuera del trabajo, así como de fallos en la contratación de personal y en la invitación a diversos oradores.

La Deutsche Welle es una emisora pública, de propiedad estatal, financiada con impuestos federales. Ofrece una programación en todo el mundo en 30 idiomas.

Peter Limbourg, director general de la DW, se disculpó el lunes y anunció que se establecería un “código ético” de diez puntos para evitar estos problemas en el futuro. Al parecer, incluirá explicaciones sobre el antisemitismo y la diferencia entre las críticas legítimas a Israel y los llamamientos a la destrucción del Estado judío.

El Consejo Central de los Judíos de Alemania, el principal grupo judío del país, acogió con satisfacción las medidas de DW.

El presidente del Consejo, Josef Schuster, declaró que “no debe haber odio a Israel ni antisemitismo en los medios de comunicación financiados por los contribuyentes”.

Según el periódico Bild, uno de los periodistas cesados llamó a Israel un “cáncer que debe ser extirpado”. Otro escribió en un ensayo invitado en 2018 que un “lobby judío controla muchas instituciones alemanas” para impedir las críticas a Israel.

En 2019, un freelance y formador de la Academia DW comparó a los judíos con hormigas que habían invadido “a través de nuestros puntos débiles.”

La auditoría fue elaborada por la exministra de Justicia Sabine Leutheusser-Schnarrenberger, el experto en integración Ahmad Mansour y la experta en prevención de la radicalización Beatrice Mansour.

Comenzaron su investigación el pasado mes de diciembre, buscando “publicaciones en línea, información sobre los distribuidores y socios de DW” implicados en los cargos. Sólo se analizaron los perfiles de acceso público, según el informe.

Aunque los investigadores descubrieron que gran parte del material ya había sido borrado de Internet, algunas pruebas se facilitaron de forma anónima.

El personal en cuestión no se había limitado a “criticar a Israel”, lo que está protegido por la libertad de expresión, sino que había utilizado “imágenes antisemitas clásicas hasta la negación del Holocausto”, según Ahmad Mansour.

DW también ha anunciado sus planes de reforzar su sección de Israel y crear un equipo de expertos para integrar los temas del antisemitismo, el derecho a la existencia de Israel y la responsabilidad hacia la historia alemana con más fuerza en la oferta de la empresa.

DW no será el primer medio de comunicación alemán en instituir un código deontológico que incluya una orientación hacia Israel.

Uno de los mayores conglomerados de medios de comunicación de Alemania, la empresa Axel Springer, estableció en 1967 unos “principios corporativos” que incluyen el “apoyo [al] pueblo judío y al derecho de existencia del Estado de Israel”.

Fuente: JTA