El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, arremetió contra los líderes occidentales y prometió no perdonar las «atrocidades» rusas, mientras sus militares intensificaban los ataques contra las ciudades de Ucrania y mataban a un grupo de civiles que huían de la violencia.
Después de que Rusia dijera que atacará las instalaciones de la industria de defensa ucraniana, algunas de las cuales se encuentran en ciudades, Zelensky dijo en la madrugada del lunes: «Es un asesinato, simplemente un asesinato, y no he visto a ningún líder mundial reaccionar a ello hoy, a ningún político occidental».
«La audacia del agresor es una clara señal para Occidente de que las sanciones impuestas no son suficientes», dijo en un vídeo publicado en su cuenta de Facebook.
El periodista arremetió contra las fuerzas rusas por la muerte de una familia de cuatro miembros a causa de un proyectil de mortero cuando intentaba escapar de la ciudad de Irpin, cerca de Kiev. Unos ocho civiles murieron en total por los bombardeos rusos en la ciudad, según el alcalde Oleksander Markyshin.
Las imágenes de vídeo mostraron un proyectil que se estrelló contra una calle de la ciudad, no lejos de un puente utilizado por las personas que huían de los combates. Los periodistas del New York Times fueron testigos del ataque, y dijeron que tuvo lugar en una zona residencial, donde el ejército ucraniano no actuaba, salvo para ayudar a los civiles a huir.
«No perdonaremos. No olvidaremos. Castigaremos a todos los que cometieron atrocidades en esta guerra», dijo Zelensky.
«Encontraremos a toda la escoria que bombardeaba nuestras ciudades, a nuestra gente, que disparaba los misiles, que daba órdenes. No tendrán un lugar tranquilo en esta tierra, excepto una tumba», dijo. «Dios no perdonará. No hoy. Ni mañana. Nunca. Y en lugar de perdón, habrá juicio».
La esposa de Zelensky, Olena Zelenska, publicó en Internet fotos de niños que, según ella, fueron asesinados por las fuerzas rusas.
El Ministerio de Defensa ruso anunció el domingo que sus fuerzas tienen la intención de atacar el complejo militar-industrial de Ucrania con lo que afirmó que eran armas de precisión. Un portavoz del ministerio, Igor Konashenkov, afirmó en un comunicado recogido por la agencia estatal de noticias Tass que el personal ucraniano estaba siendo obligado a reparar el equipo militar dañado para poder enviarlo de nuevo a la acción. Algunas de las instalaciones se encuentran en el interior de las ciudades, dijo Ucrania.
«Instamos a todo el personal de las plantas de la industria de defensa ucraniana… a abandonar el territorio de sus empresas», dijo el portavoz del ministerio ruso, Igor Konashenkov, en una declaración recogida por la agencia estatal de noticias Tass.
Un funcionario ucraniano dijo que las fuerzas rusas intensificaron durante la noche el bombardeo de ciudades en el centro, norte y sur de Ucrania, al fracasar un segundo intento de evacuar a los civiles asediados.
«La última oleada de ataques con misiles se produjo al caer la noche», declaró en televisión el asesor presidencial ucraniano Oleksiy Arestovich.
Los ataques han hecho desaparecer las esperanzas de que más personas pudieran escapar de los combates en Ucrania. Los alimentos, el agua, las medicinas y casi todos los demás suministros escaseaban desesperadamente en la ciudad portuaria meridional de Mariupol, donde las fuerzas rusas y ucranianas habían acordado un alto el fuego de 11 horas que permitiría evacuar a los civiles y a los heridos. Sin embargo, los ataques rusos cerraron rápidamente el corredor humanitario, según informaron las autoridades ucranianas.
«No puede haber ‘corredores verdes’ porque sólo el cerebro enfermo de los rusos decide cuándo empezar a disparar y contra quién», dijo el asesor del Ministerio del Interior Anton Gerashchenko.
«¡Debéis salir a la calle! Deben luchar», dijo en la televisión ucraniana. «Es necesario salir y expulsar este mal de nuestras ciudades, de nuestra tierra».
Zelensky también pidió a Estados Unidos y a los países de la OTAN que envíen más aviones de guerra a Ucrania, aunque esa idea se complica por las preguntas sobre qué países proporcionarían los aviones y cómo los sustituirían.
El plan de Rusia para invadir rápidamente el país se ha visto obstaculizado por una feroz resistencia. Rusia ha realizado importantes avances en el sur de Ucrania y a lo largo de la costa, pero muchos de sus esfuerzos se han estancado, incluido un inmenso convoy militar que lleva días casi inmóvil al norte de Kiev. La guerra, que cumple 11 días, ha provocado la huida del país de 1,5 millones de personas. El director de la agencia de la ONU para los refugiados calificó el éxodo como «la crisis de refugiados de más rápido crecimiento en Europa desde la Segunda Guerra Mundial».
El funcionario dijo que Rusia ha disparado alrededor de 600 misiles hacia Ucrania.
Como ha hecho a menudo, Putin culpó a Ucrania de la guerra, diciendo el domingo al presidente turco Recep Tayyip Erdogan que la guerra podría detenerse «sólo si Kiev cesa las hostilidades» y cumple «las conocidas exigencias de Rusia».
Putin lanzó su invasión con una serie de falsas acusaciones contra Kiev, entre ellas que está dirigida por neonazis que pretenden socavar a Rusia con el desarrollo de armas nucleares.
Los dos líderes acordaron en principio un «diálogo» en el que participen Rusia, Ucrania y el organismo de control atómico de la ONU, según un funcionario francés que habló bajo condición de anonimato, en línea con las prácticas de la presidencia. En los próximos días se organizarán posibles conversaciones sobre el tema, dijo.
Putin también achacó el incendio de la semana pasada en la central nuclear de Zaporizhzhia, que según las autoridades ucranianas fue causado por atacantes rusos, a una «provocación organizada por radicales ucranianos».
«Los intentos de hacer recaer la responsabilidad de este incidente en los militares rusos forman parte de una cínica campaña de propaganda», dijo, según el funcionario francés.
En un movimiento muy inusual, el Papa dijo que había enviado a dos cardenales a Ucrania para tratar de poner fin al conflicto.
«En Ucrania corren ríos de sangre y lágrimas», dijo el pontífice en su tradicional bendición dominical.
Después de que el alto el fuego en Mariupol no se mantuviera el sábado, las fuerzas rusas intensificaron su bombardeo de la ciudad y lanzaron bombas masivas sobre zonas residenciales de Chernihiv, una ciudad al norte de Kyiv, dijeron funcionarios ucranianos.
El puñado de residentes que logró huir de Mariupol antes de que se cerrara el corredor humanitario dijo que la ciudad de 430.000 habitantes había quedado devastada.
«Lo vimos todo: las casas ardiendo, toda la gente sentada en los sótanos», dijo Yelena Zamay, que huyó a una de las repúblicas autoproclamadas del este de Ucrania en manos de los separatistas prorrusos. «No había comunicación, ni agua, ni gas, ni luz, ni agua. No había nada».
«Es probable que esto represente un esfuerzo para romper la moral ucraniana», dijo el Ministerio de Defensa del Reino Unido.
Zelensky reiteró la petición de que los protectores extranjeros impongan una zona de exclusión aérea sobre Ucrania, algo que la OTAN ha descartado hasta ahora por temor a que una acción de este tipo conduzca a una guerra mucho más amplia.
«El mundo es lo suficientemente fuerte como para cerrar nuestros cielos», dijo Zelensky el domingo en un discurso por vídeo.
El día anterior, Zelensky suplicó a los legisladores estadounidenses en una videollamada que ayudaran a enviar más aviones de guerra a Ucrania.
Pero debido a los retrasos en la producción de los aviones de guerra estadounidenses, las naciones de Europa del Este tendrían que entregar sus MiG a los ucranianos y aceptar las promesas de Estados Unidos de que recibirían F-16 tan pronto como fuera posible. A las dificultades se suma el hecho de que el próximo envío de F-16 está destinado a Taiwán, y el Congreso estadounidense sería reacio a retrasar esas entregas.
Los militares rusos han advertido a los vecinos de Ucrania de que no acojan sus aviones de guerra, diciendo que Moscú puede considerar a esos países como parte del conflicto si los aviones ucranianos vuelan en misiones de combate desde su territorio.
El ejército ucraniano está muy superado por el ruso, pero sus fuerzas profesionales y voluntarias han luchado con una tenacidad feroz. En Kiev, los voluntarios hicieron cola el sábado para unirse al ejército.
Incluso en las ciudades que han caído, había signos de resistencia.
Los espectadores de Chernihiv vitorearon al ver caer del cielo y estrellarse un avión militar ruso, según un vídeo publicado por el gobierno ucraniano. En Kherson, cientos de manifestantes ondeaban banderas ucranianas azules y amarillas y gritaban: «Volved a casa».
Rusia ha hecho avances significativos en el sur de Ucrania en su intento de bloquear el acceso al Mar de Azov. La captura de Mariupol podría permitir a Moscú establecer un corredor terrestre hacia Crimea, que Rusia se anexionó de Ucrania en 2014 en un movimiento que la mayor parte del mundo consideró ilegal.
Rusia se ha aislado cada vez más en los días transcurridos desde el inicio de la invasión, cerrándose a las fuentes de información del exterior mientras las sanciones afectan profundamente a su economía. El rublo se ha desplomado y decenas de empresas multinacionales han puesto fin a sus actividades en el país o las han reducido drásticamente.
El domingo, American Express anunció que suspendería sus operaciones en Rusia, así como en Bielorrusia, país aliado de Rusia. Unas horas más tarde, TikTok dijo que los usuarios rusos no podrían publicar nuevos vídeos ni ver vídeos compartidos desde otras partes del mundo. La compañía culpó a la nueva ley de «noticias falsas» de Moscú, que hace ilegal, entre otras cosas, describir los combates como una invasión. Netflix también cortó su servicio a Rusia, pero no dio detalles.
Facebook y Twitter ya han sido bloqueados en Rusia, junto con el acceso a los sitios web de una serie de importantes medios de comunicación internacionales. TikTok forma parte de la empresa tecnológica china ByteDance.
Fuente: Israel Noticias
