El Mossad de Israel ha revelado los testimonios de dos supervivientes del Holocausto que sirvieron como agentes en la famosa organización sin que sus familias lo supieran.
Los dos supervivientes, Chaim Victor Tayar y Silvia (cuya identidad completa no puede ser compartida), sirvieron en el núcleo operativo del Mossad, y “por respeto y en homenaje a su trabajo”, el Mossad publicó sus testimonios.
“Contemplo con gran humildad su valor personal, la historia de sus vidas”, dijo el jefe del Mossad, Dedi Barnea. “Las lecciones del Holocausto y los retos de seguridad nos enseñan que debemos construir nuestra fuerza, y confiar sólo en nosotros mismos”
Con motivo del DÃa de la Memoria del Holocausto, el Mossad celebró una “Memoria en la Sala” (conocida en hebreo como Zikaron BaSalon) en 20 centros diferentes pertenecientes al Mossad.
Como parte del evento, se dio un escenario especial a los supervivientes del Holocausto que han trabajado a lo largo de los años en el Mossad en funciones básicas y han dirigido operaciones secretas con valor, y sin que sus compañeros del Mossad supieran que eran supervivientes del Holocausto.
Durante años mantuvieron su secreto y se dedicaron a realizar importantes contribuciones a la seguridad del Estado de Israel.
Silvia, antigua comandante de operaciones, nació en Bialystok en 1940. Es madre de tres hijos y abuela de seis nietos.
Sirvió en una variedad de funciones operativas importantes y dirigió valientemente misiones impresionantes antes de alcanzar puestos de mando superiores.
“Cuando los rusos entraron en Bialystok, mi madre huyó conmigo a Varsovia y vivimos allà en el gueto”, relató. “Cuando tenÃa dos años, mi madre, al darse cuenta de que no habÃa ninguna posibilidad de que sobreviviéramos a las atrocidades, quiso al menos salvarme y habló con un polaco que sabÃa que estarÃa esperando al otro lado del muro del gueto. Mi madre me envolvió en trapos y me lanzó por encima del muro del gueto. El mismo polaco me entregó a sus padres”.
Pero, según ella, lo pasó “mal allÔ, ya que la familia la envió a mendigar a la calle. Asà que a una “edad muy temprana… me escapé. Corrà como una loca”.
Acabó en un orfanato de Cracovia y más tarde fue adoptada por una pareja sin hijos que la educó como cristiana. Sus padres fueron asesinados en el Holocausto y después de la guerra, su tÃa, que sobrevivió a la guerra, la encontró y ambas emigraron a Israel en 1950.
Silvia compartió su historia como alguien que vivió el Holocausto y que luego, durante muchos años, trabajó en el Mossad israelÃ.
“Nadie en el Mossad sabÃa que yo era un superviviente del Holocausto. QuerÃa ser como los demás. Me encantaba el paÃs. La actividad operativa en el Mossad es la realización de un sueño y un sentimiento de verdadera fuerza y resistencia”, dijo.
Chaim Victor Tayar nació en 1935, en TrÃpoli, Libia. Está casado con Ziona y tiene dos hijos y cinco nietos.
En junio de 1940, la Italia fascista que entonces gobernaba Libia declaró la guerra a Gran Bretaña y Francia. Esto provocó bombardeos masivos sobre TrÃpoli que obligaron a la familia de Tayar a huir a la ciudad de Zawiya, donde su hermana menor murió de tifus.
Su familia fue posteriormente deportada junto con otros 1.500 judÃos de toda Libia y otros ciudadanos extranjeros a un campo de detención en Túnez, de los cuales unos 660 fueron enviados al campo de concentración de Bergen-Belsen, en Alemania.
“En Túnez, que estaba bajo el control de la administración de Vichy y la Gestapo en ese momento, los hombres fueron enviados a campos de trabajo”, relató Tayar.
“Después de unos meses, nos trasladaron a Argelia, donde nos revocaron la ciudadanÃa francesa, y nos enviaron al campo de concentración de Laghouat, en el desierto del Sáhara, donde vivimos en condiciones insoportables, con muchas enfermedades y mucha hambre. Mamá querÃa que nos quedáramos a su lado, sin dejarnos ir. TenÃa miedo de los crueles soldados”.
En 1943, tras la invasión de Argelia por parte de los Aliados y la Francia Libre en el marco de la Operación Antorcha, una operación que fue posible gracias a las actividades de los 800 miembros de la resistencia judÃa, actuó como puente para la liberación de Europa y la derrota definitiva del régimen nazi.
“Vivà con mi familia unos años más en el campo de concentración, donde murieron mi abuela y mi hermano menor, hasta que regresamos a TrÃpoli y de allà a Marsella y luego a Israel en 1947”, dijo Tayar.
En Israel, sirvió en la brigada Givati como enlace y se alistó en el Mossad, donde ocupó diversos puestos clave en la división de tecnologÃa de operaciones.
“Como niño perseguido por el Holocausto y que experimentó de primera mano las terribles atrocidades, para mÃ, servir en el Mossad y contribuir a la seguridad del Estado de Israel es un enorme logro personal y es un gran orgullo formar parte de la familia del Mossad”, dijo Tayar.
Barnea, hablando al final de los testimonios, dijo que incluso después de 80 años lo que vivieron los supervivientes es “todavÃa impactante, casi increÃble, inconcebible”.
“Su heroÃsmo comenzó entonces, pero continúa hasta hoy. Es difÃcil describir la fuerza mental y el coraje que se necesita para seguir viviendo. Y tú has hecho mucho más que eso”, dijo Barnea. “Los testigos que nos han hablado hoy no son jóvenes, pero sus ojos brillan y su energÃa es inspiradora”.
Añadiendo que él, como jefe del Mossad, mira “con gran humildad” su valor y sus historias de vida, Barnea dijo que “es importante para nosotros escucharos. Su historia forma parte del amplio contexto histórico en el que operamos. Gracias a ustedes aprendemos a apreciar más el significado y el valor de nuestra vida, en un Estado independiente y soberano”.
Fuente: Israel Noticias