“La gente tiende a identificar como que solamente estamos hablando de lo que los nazis nos dejaron en la cabeza. Sin embargo, este tipo de odio genérico es mucho más antiguo y se ha reformulado muchísimas veces. Tiene muchas formas diferentes. El odio no es de derecha, es ambidiestro. Cuando uno dice que no tiene nada contra los judíos, pero... el pero es una conjunción negativa y todo lo que viene después del pero es negativo. Hoy hay una nueva forma: ‘Yo no soy antisemita, pero soy antisionista’. El sionismo, que a veces parece una mala palabra, es el movimiento de la autodeterminación del pueblo judío en su tierra ancestral.
Si estás de acuerdo con la determinación de todos los pueblos, pero de uno no, entonces sos antisemita, salí del clóset y asumilo”.
Esto dijo ayer en la Redacción de El Diario, Ariel Gelblung, doctor y director para América Latina del Centro Simon Wiesenthal.
Esta organización tiene como uno de sus ejes de trabajo la lucha contra el antisemitismo. “Uno de los problemas más graves en esta lucha es saber de qué estamos hablando y poder definir cuándo estamos frente a una situación antisemita y cuándo no. Argentina forma parte de un organismo internacional llamado Alianza Internacional de Recuerdo del Holocausto, del que es activo participante y único miembro pleno de América Latina y en 2016 el organismo logró definir de qué hablamos cuando hablamos de antisemitismo. Como parte de esta lucha, cada uno de los estados está adoptando esta definición”, describió.
Argentina lo hizo a través de una resolución del Ministerio de Relaciones Exteriores del 2020, y dejó abierta la posibilidad para que todos los organismos públicos y privados lo hagan. “Entendimos que era importante contar con este elemento jurídico en todo el país”, dijo y repasó que actualmente 18 de los 24 distritos lo han adoptado por ley, como así también lo hicieron ciudades importantes que no son capitales (Mar del Plata, Bariloche, Rosario), 11 universidades nacionales, el Consejo Interuniversitario Nacional, la AFA. Entonces les pareció importante gestionar lo mismo en Villa María y Villa Nueva, y en ese marco ayer y el lunes hubo reuniones en los dos municipios y en las dos universidades.
En este contexto, fue entrevistado por este matutino y dejó, entre otros, estos conceptos:
- “El discurso de odio es uno de los ejes que nos atraviesa en todo momento. No ha habido ningún genocidio en la historia que no haya empezado con un discurso de odio. Nuestra historia en particular nos enseña que hay que prestarle atención a alguien que, aunque parezca un loco, diga que quiere matar a todos los judíos o a tal persona. No todos los discursos de odio terminaron en genocidio, pero todos los genocidios comenzaron con discurso de odio”.
- “El enemigo no es quien tiene discrepancia conmigo, sino quien no quiere reconocerme los mismos derechos. Una cosa es un discurso negativo, otra es alguien que dice que por tu origen, tu forma, elección sexual, no tenés el mismo derecho que el hablante”.
- “Hay que instalar la idea de que los acuerdos se hacen con las personas con las que vos no estás de acuerdo”.
- “La gente compra frases hechas porque están de oferta, copia y pega. Si antes de dar una opinión categórica uno acepta que no sabe de todo y que hay otra gente que puede tener otra opción, esto va a generar una sociedad más rica y diversa, que es lo más lindo que tenemos”.
Fuente: El Diario Cba