Anticipándose a la apertura de la sesión de la Knéset de la próxima semana con una lista reducida de solo 60 diputados, los jefes de facción de la coalición publicaron el martes una carta informando a sus diputados que deben estar presentes en todas las sesiones plenarias de la Knéset durante las próximas tres semanas, publicó The Times of Israel.
Una complicación adicional para la frágil coalición es que todavía no tiene látigo, luego de la partida abrupta de la ex-disputadora de votos de Yamina legisladora Idit Silman, por lo que no está claro quién será responsable de asegurar los números para aprobar la legislación. Además, el partido islamista Ra’am se encuentra actualmente en un tiempo de espera autoimpuesto de la coalición, reteniendo sus cuatro votos.
“Durante las primeras tres semanas de la apertura de la sesión, no se permitirán ausencias, por ningún motivo”, decía la carta, en negrita y subrayado.
Sin una mayoría en la cámara de 120 escaños, la coalición necesita a todos los miembros presentes para avanzar en la legislación, un retraso que permanece desde la última sesión.
Después de las tres semanas, todas las ausencias previstas de un día de trabajo plenario, generalmente lunes, martes y miércoles, deben ser aprobadas por la administración de la coalición y deben incluir un aviso de cinco días de anticipación y, lo que es más importante, la identificación de un diputado de la oposición con quien emparejarse para compensar el voto de los demás.
La compensación de votos es una práctica común de la Knéset, mediante la cual una coalición y un diputado de la oposición cancelan sus votos por una ausencia o abstención mutua acordada. La oposición podría optar por limitar el uso de esta herramienta para complicar el ya complicado camino de la coalición para convertir los proyectos de ley en leyes.
En el pasado, una coalición débil y la negativa de la oposición a otorgar asignaciones ha llevado a resultados brutales, desde largas noches atrapados en el pleno hasta decisiones personales difíciles. En 2018, el entonces diputado del Likud, Yehudah Glick, fue presionado para que se apresurara desde el funeral de su esposa a la Knéset para una votación, cuando la oposición se negó a compensar un voto a favor de la coalición liderada por el Likud.
Ra’am anunció una “congelación” en la membresía de su coalición luego de las tensiones del Ramadán en el complejo del Monte del Templo/Al-Aqsa, pero ha dejado espacio para un regreso a la coalición si cumple con las demandas previamente emitidas por Ra’am sobre el presupuesto y el statu quo en Al-Aqsa.
Fuente: ©EnlaceJudío