El Choque de Civilizaciones
Resultó que no fue posible sostener equilibradas las relaciones internacionales con dos diablos expansionistas como la OTAN (Organización del Atlántico Norte) integrada por Estados Unidos, Canadá y Europa por un lado y la Federación Rusa por la otra parte, ambas culpables de haber desencadenado la obtusa guerra en Ucrania. EE.UU lo es por haber proseguido sin pausa expandiendo a la OTAN hasta las propias fronteras de Rusia, invadiendo lentamente su espacio de influencia o sea su patio trasero, provisto con equipos nucleares cuyos misiles podrÃan llegar a Moscú en solo 4 minutos y Rusia, alarmada por este juego de guerra de aquellos que considera son sus adversarios y enemigos geoestratégicos, cae en la trampa y desata un conflicto bélico que, por su gran poderÃo nuclear (50% del total mundial), podrÃa haberlo evitado.
Ucrania, al elaborar una errada estratagema pro OTAN, resultó ser por decisión propia el chivo expiatorio del “Choque de Civilizaciones” que anticipara mucho tiempo antes Samuel P. Huntington, quien predijo que las futuras conflagraciones serán determinadas por factores culturales y de poder y no por las ideologÃas provenientes del siglo XX o por la competencia productiva y de productividad económica. Occidente deberÃa haber desarrollado una convivencia racional con las concepciones religiosas, existenciales y filosóficas de culturas de otras naciones. En el caso de Rusia se podrÃa señalar a la religión cristiana ortodoxa de la población rusa y la tradición milenaria autocrática proveniente de la época zarista hasta nuestros dÃas. Raymond Aron lo ha descripto años antes en “La República Imperial” como la lÃnea de fractura entre Europa Occidental y Europa Oriental. Justamente Ucrania se encuentra dividida por esta lÃnea de fractura entre el Este de influencia pro rusa y el Oeste pro Unión Europea, lo que la condujo a la tragedia que está viviendo en carne propia y a la crisis alimentaria, energética, militar y polÃtica del mundo entero.
Rusia, por otro lado, observaba desde su época de vulnerabilidad pos soviética, como la Potencia Hegemónica Global en que se habÃa convertido EE.UU se le estaba acercando y rodeando por el Norte, el Oeste y el Sur y ha cometido el grave error de invadir a un paÃs hermano, como lo era Ucrania, justo en el momento que las encuestas le daban al Presidente Volodimir Zelensky menos del 30 % de aprobación popular, convirtiéndolo en un héroe nacional debido a su resolución de resistir hasta las últimas consecuencias con el más que generoso apoyo armamentÃstico y financiero brindado por Occidente.
De esa forma en lugar de preparar el terreno para la unión entre el espacio Euroatlántico y el Euroasiático, desde Alaska hasta Vladivostok, han hecho todo lo contrario, con el resultado transitorio del fortalecimiento de China Comunista que observa, estudia y se prepara para sus propias apetencias expansionistas. Se trata de Taiwán ya que Hong Kong y Macao hace tiempo fueron absorbidas por China, a pesar de los convenios firmados con Gran Bretaña de “Un PaÃs con dos Sistemas”, fórmula que ha groseramente incumplido.
La Encrucijada de Israel
Lanzada esta “operación especial”, asà designaba Rusia la invasión a Ucrania, Israel se encontraba en un dilema táctico y una decisión estratégica; debÃa encontrar la forma de mantener relaciones de estabilidad con todos los participantes de este desgraciado conflicto. Estados Unidos era un aliado fundamental al que no se debÃa ni convenÃa irritar; con Rusia se habÃan establecido relaciones cercanas y compromisos tácitos que permitÃan operaciones y vuelos sobre los cielos de Siria para detener y/o retrasar los abastecimientos bélicos que Irán envÃa a la organización terrorista Hezbollah a través del territorio sirio y Ucrania por tener con este paÃs lazos ancestrales (buenos y malos) donde habitaron y todavÃa vive una Comunidad judÃa importante, aunque muchos de sus miembros ya han emigrado a Israel.
Pero tenÃa que suceder; era harto difÃcil mantener un perfecto equilibrio en este indeseado desbarajuste global provocado por la Guerra FrÃa II entre EE.UU y Rusia y la Guerra Caliente que se desarrolla entre Rusia y Ucrania. Determinados actos negativos del Estado JudÃo y variadas actitudes innecesarias provocadas por algunos integrantes del heterogéneo gobierno actual han originado una crisis entre Israel y Rusia que no ha llegado a una ruptura total solo por los vÃnculos especiales y personales que Vladimir Putin mantiene desde su infancia con la Comunidad judÃa y con Israel. Bastaba con haber enviado a Ucrania un Hospital de Campaña y la ayuda humanitaria y no avanzar con envÃos de equipamiento militar “defensivo” pues, además de ser un acto provocativo, lo necesita para su propia defensa ante enemigos estatales como Irán que vocifera impunemente sus intenciones de destruir a Israel y las organizaciones terroristas como Hezbollah, Hamas, Jihad y el ISIS que no cesan en sus criminales ataques y atentados.
El Embajador de Israel en Ucrania Michael Brodsky, en uno de sus discursos, no deberÃa haber expresado que “una guerra ajena se convierte en una guerra que es nuestra” y “las directivas fueron cautelosas, aunque hay una clara solidaridad con Ucrania”. La visita del Presidente Biden a Israel tampoco ha servido de mucho ya que solo fue un entreacto para llegar a Arabia Saudita a fin de reclamar un incremento en la crÃtica producción mundial de petróleo.
Las respuestas de Rusia comenzaron a fluir: no habrá de participar en los Juegos Macabeos de Israel 2022; prohibirá las actividades de la Agencia JudÃa y para ello convocó una Audiencia Judicial en Moscú que se llevará a cabo el próximo 28 de Julio. A comienzos del mes de Julio Rusia volvió a exigir que Israel cese en forma incondicional sus “inaceptables” ataques aéreos en Siria porque violan su soberanÃa.
El enfrentamiento con Occidente condujo a la reunión Putin-Jamenei, cuestión que daña a Israel, en el cual el jerarca iranà elogió al Presidente ruso por “su polÃtica hacia Israel”. Asimismo Rusia ha ampliado, mediante una Ley, su definición de “Agentes Extranjeros” y en este caso podrÃan ser asà considerados los representantes judÃos de la Agencia JudÃa y los de Organizaciones judÃas internacionales como el Congreso JudÃo Mundial entre otros.
Para tratar de restablecer las excelentes relaciones con Rusia, existentes antes de estos hechos, Israel ha enviado una delegación especial a fin de conversar, esclarecer y resolver esta encrucijada surgida entre ambos paÃses.
Esperemos que la psicopatÃa de los dirigentes del mundo actual no sigan perjudicando a la sociedad global y tomen en cuenta las recomendaciones de Henry Kissinger para acabar con esta guerra inútil entre Rusia y Ucrania.