El texto que reproducimos a continuación es el discurso que el Presidente de Estados Unidos Joe Biden pronunció en el aeropuerto internacional Ben Gurion poco después de arribar a Israel en visita oficial. Vale la pena.
Presidente Herzog, Sr. Primer Ministro Lapid , es un honor estar nuevamente entre amigos y visitar el Estado judío independiente de Israel.
El Presidente Nixon fue el primer presidente norteamericano en visitar Israel, en 1974.
Mi primera visita fue como joven Senador por Delaware en Estados Unidos, en 1973, unas pocas semanas antes de la guerra de Yom Kipur. Tuve el privilegio de pasar un tiempo con la Primer Ministro Golda Meir. Nunca olvidaré- yo estaba sentadio junto a un caballero a mi derecha, uno de sus asesores. Su nombre era Rabin.
Vuelvo a mirar todo eso ahora y me percato de que he tenido el gran honor de vivir parte de la gran historia de este gran (país). Y yo ya lo dije, y lo digo nuevamente: no se necesita ser judío para ser sionista.
El hecho es que desde entonces, he conocido a absolutamente todos los Primeros Ministros y ha sido un honor, formando una fuerte relación de trabajo con cada uno de ellos.
Y ahora, esta es mi décima visita.
Cada oportunidad de volver a este gran país, donde las antiguas raíces del pueblo judío datan de los tiempos bíblicos, es una bendición. Porque la conexión entre el pueblo israelí y el pueblo americano es sumamente profunda.
Y esta conexión crece generación tras generación. Invertimos el uno en el otro. Soñamos juntos. Somos parte de lo que siempre ha sido el objetivo que ambos tenemos.
Yo he sido parte de ello como Senador, como Vicepresidente y, francamente, antes de eso, habiendo sido criado por un Cristiano piadoso. Cenábamos junto a nuestra mesa cada noche antes que él vuelva a trabajar y ese era el momento en que conversábamos..y cada tanto comíamos. Y recuerdo que él nos enseñó todo lo que había ocurrido en el Holocausto. “¿Por qué no fueron bombardeadas las vías ferroviarias? ¿Por qué nosotros no- por qué , por qué, por qué?”. Y nos inculcó un sentido de obligación, que todos nosotros tenemos.
Y ahora, como Presidente, me enorgullece decir que a mi modo de ver, nuestra relación con el Estado de Israel es más profunda y más fuerte que nunca.
Y con esta visita, estamos fortaleciendo nuestros vínculos más aún. Hemos reafirmado el inquebrantable compromiso de Estados Unidos para con la seguridad de Israel , incluyendo nuestra sociedad con Israel en los sistemas defensivos más avanzados del mundo.
Desde aquí, voy directo a recibir una explicación sobre las capacidades de defensa de Israel de misiles y cohetes, que incluyen el apoyo de Estados Unidos a la Cúpula de Hierro y el nuevo sistema que funciona con laser, llamado el rayo de Hierro.
Profundizaremos nuestros vínculos en ciencia e innovación y trabajaremos para lidiar con desafíos globales a través del nuvo Diálogo Estratégico de Alto Nivel sobre Tecnología.
Continuaremos promoviendo la integración de Israel en la región; expandiendo foros emergentes y vinculaciones, como en la nueva cumbre I2U2, que juntará a Israel, Estados Unidos, Emiratos Árabes Unidos e India, para profundizar la cooperación económica entre el Medio Oriente y el Pacífico Índico.
Más paz. Más estabilidad. Más conexión.
Es clave, si se me permite agregar, para todos los pueblos de la región. Y es por eso que continúo apoyando, aunque sé que no es para corto plazo, la solución de dos Estados. Eso sigue siendo, a mi modo de ver, la mejor forma de asegurar un futuro que proporcione libertad, prosperidad y democracia para israelíes y palestinos por igual.
Celebraremos la conexión duradera entre los pueblos que une a nuestras naciones, y conmemoraremos la historia que nunca debemos permitir que se repita.
Más tarde, retornaré nuevamente al espacio sagrado de Yad Vashem a honrar los millones de vidas judías robadas en el genocidio y a continuar-lo cual debemos hacer todos los días, todos los días- sirviendo de testigos, para mantener viva la verdad y el horror del Holocausto, para honrar a los que perdimos a fin de que nunca jamás olvidemos esa lección. Y para continuar nuestro trabajo compartido e interminable de combatir el veneno del antisemitismo siempre que levante su fea cabeza. Dondequiera que lo hallemos en el mundo, hacemos realidad la promesa del “nunca más”.
Para los próximos días tenemos una agenda completa, porque la relación entre Israel y Estados Unidos cubre cada asunto que importa para nuestro futuro.
Estamos unidos en nuestros valores compartidos y nuestra visión compartida. Espero ansioso este tiempo que estaremos juntos en los próximos días.
Que Israel y Estados Unidos continúen creciendo y prosperando juntos en beneficio del mundo entero. Y a eso me refiero: por el beneficio del mundo entero.
Gracias. Y que Dios los bendiga a todos.