20 profesionales de la salud mental ucranianos que pasaron las últimas dos semanas en Israel recibiendo capacitación sobre cómo tratar casos de trauma, informó The Times of Israel.
Una historia de tratamiento de vÃctimas de guerras y del Holocausto ha brindado a los israelÃes una amplia experiencia en el manejo del sufrimiento psicológico.
La terapeuta ucraniana Svitlana Kutsenko pensó que estaba progresando con sus pacientes: veteranos del ejército que se recuperaban de un trauma mental sufrido durante los combates con Rusia en 2014. Luego, volvió a estallar la guerra.
Ahora, cinco meses después de que Rusia invadiera Ucrania, Kutsenko dice que la situación parece más sombrÃa que nunca. Muchos de sus pacientes han regresado al frente, mientras que los ciudadanos comunes marcados por los horrores de la vida en tiempos de guerra ahora buscan tratamiento.
“A veces es soportable, a veces no”, dijo Kutsenko, que vive en Kyiv, a The Associated Press. “Algunas personas sufren mucho miedo: miedo a la muerte, miedo a la muerte de sus familiares y algunos están bastante enojados por lo que está sucediendo y quieren controlar esta ira de alguna manera”.
Kutsenko fue uno de los 20 profesionales de la salud mental ucranianos que pasaron las últimas dos semanas en Israel recibiendo capacitación sobre cómo tratar casos de trauma.
Israel, que ha atravesado numerosas guerras con sus vecinos árabes y tiene una gran población de sobrevivientes del Holocausto, tiene una gran experiencia en el tratamiento de traumas psicológicos o mentales.
Pero en Ucrania, la conciencia para reconocer y tratar el trauma mental sigue siendo relativamente baja. Y a pesar de un conflicto con Rusia que ha estado en curso desde 2014, el paÃs no está equipado para hacer frente a la gran cantidad de personas afectadas por la invasión rusa.
Kutsenko dijo que hay una gran diferencia entre tratar a los pacientes que luchan por aceptar los eventos del pasado y ayudar a las personas que están bajo presión a sobrellevar el dolor y el miedo en tiempo real.

“En este momento, en Ucrania, no se trata solo, ya sabes, de disparos y personas” muertas por misiles y bombas, dice Kutsenko, y agrega que también están ocurriendo torturas, violaciones y otros actos terribles.
El instructor del curso, Danny Brom, dice que tratar el trauma mental en Israel le ha enseñado cómo brindar terapia a las vÃctimas que son postraumáticas y aún se encuentran en peligro inmediato. Estas lecciones, dice, lo han ayudado a relacionarse con profesionales de la salud mental de zonas de conflicto en todo el mundo y especialmente en Ucrania.
“Entienden que los israelÃes sabemos de lo que estamos hablando. Esto… nos ha pasado en las diferentes guerras, entonces hay una conexión muy especial entre ellos y nosotros. Realmente sienten que entendemos de lo que estamos hablando”, dijo Brom, psicólogo clÃnico y director de Metiv, una organización israelà sin fines de lucro que capacita a profesionales de la salud mental para tratar a vÃctimas de trauma.

El grupo incluÃa a 20 psicólogos de toda Ucrania, incluidos algunos que habÃan sido desplazados durante la guerra. El curso incluyó capacitación en técnicas de terapia cognitiva conductual, o CBT, que se usan comúnmente para tratar la depresión y la ansiedad.
Larysa Zasiekina es una psicóloga del oeste de Ucrania, donde los desplazados internos acuden en masa para buscar refugio de los combates.
Antes de la guerra, ella trató a adultos, pero ahora ve a madres e hijos que han tenido que dejar todo atrás repentinamente mientras sus esposos y padres se van a la batalla.
Zasiekina dice que el curso le ha dado nuevos métodos para hacer frente a esta nueva realidad, especialmente cuando se trata de trabajar con jóvenes.
“Usamos muchos ejercicios imaginarios y creo que estos ejercicios son muy buenos para los niños porque en realidad tienen mucha imaginación”, dice Zasiekina. “Quieren jugar”.
A lo largo del curso, los participantes nunca estuvieron lejos de tener que lidiar con noticias horribles de su paÃs de origen.

Durante su estadÃa en Jerusalén, Kutsenko se enteró de que el edificio frente a la casa de su familia en Vinnytsia, donde aún viven sus padres, habÃa sido bombardeado. Sus padres no sufrieron daños en el bombardeo, que mató a 23 personas ese dÃa, pero fue un recordatorio aterrador.
“Incluso estando aquÃ, sintiéndome seguro, la guerra todavÃa está [en] el trasfondo de todo lo que hago aquÔ, dice Kutsenko.
“No es como si volviera a algo que habrá cambiado”, agregó. “Lo que encontraré allà es guerra”.
Fuente: ©EnlaceJudÃo