Pinchas Goldschmidt, que abandonó Rusia tras la invasión de Ucrania, ha dejado de ser el rabino jefe de Moscú tras 30 años con el título.
La junta directiva de la Sociedad Religiosa Judía de Moscú votó el mes pasado a favor de una prórroga del contrato de Goldschmidt, a pesar de que éste llevaba tiempo en Israel. Pero la RBC, una organización de noticias rusa, informó el miércoles que el grupo, que representa a la congregación y la oficina de Goldschmidt, dijo que ya no tenía un papel allí.
“El contrato ha terminado… No se trata de que haya sucesores, quizá no los haya”, dijo a RBC Olga Yessaulova, portavoz del grupo. Dijo que Goldschmidt no había sido despedido.
Goldschmidt abandonó Rusia en marzo, dos semanas después del estallido de la invasión rusa de Ucrania. Su nuera, la periodista Avital Chizhik-Goldschmidt, dijo recientemente que Goldschmidt había sido presionado para apoyar la guerra públicamente, pero que se había negado a hacerlo.
La comunidad decidió no renovar el contrato de Goldschmidt a pesar de la votación de la junta, dijo una persona con conocimiento de la comunidad a la Agencia Telegráfica Judía bajo condición de anonimato, citando la preocupación por la seguridad de la comunidad. La decisión de no prorrogar el contrato de Goldschmidt también se debió a preocupaciones de seguridad, dijo la fuente.
Contactado por la Agencia Telegráfica Judía, Goldschmidt se negó a hablar de lo que había sucedido para que dejara el cargo que ocupaba desde 1989.
“Al despedirme de Moscú y de Rusia, pienso especialmente en un hombre: Albert Reichmann, que me propuso para el puesto de rabino jefe y que tuvo fe en que sería capaz de cumplir con esa gran responsabilidad”, dijo Goldschmidt a JTA. Reichman, de 93 años, es un filántropo canadiense que estuvo muy involucrado en el renacimiento de la judería rusa. Actualmente se encuentra hospitalizado en estado crítico.
“Dejo una comunidad en apuros. Pero desde fuera, haré todo lo posible para ayudar a mi querida comunidad”, dijo Goldschmidt.
En una declaración dirigida a sus congregantes en la Sinagoga Coral de Moscú, Goldschmidt dijo: “Os deseo a todos lo mejor, seguid en contacto y os proporcionaré ayuda y apoyo a cada uno de vosotros”, según RBC.
Los rabinos de Rusia
Otros rabinos de Rusia, entre ellos el rabino jefe del país, Berel Lazar, y su principal portavoz, Boruch Gorin, han permanecido en el país tras expresar su preocupación por la guerra.
Lazar y Gorin pertenecen a un grupo afiliado a Jabad, la Federación de Comunidades Judías de Rusia, que desde hace tiempo mantiene fuertes vínculos con el presidente Vladimir Putin. El grupo se impuso a todas las demás organizaciones judías de Rusia a principios de la década de 2000, ayudado por los terrenos y la financiación que recibió del gobierno ruso.
Goldschmidt, por su parte, ha tenido una relación más difícil con las autoridades rusas. Nacido en Suiza y no afiliado a Jabad, al rabino ortodoxo se le negó repentinamente la entrada en Rusia en 2005, y se le permitió volver a entrar semanas después. Las autoridades nunca ofrecieron una explicación detallada del episodio, pero algunos funcionarios dijeron que había habido una “cuestión de seguridad nacional”.
La trayectoria de la carrera de Goldschmidt se ha centrado cada vez más en Europa Occidental. Desde 2011 es el jefe de la Conferencia de Rabinos Europeos.