Esta es la posición de Israel sobre el acuerdo nuclear con Irán, cuya firma parece inminente

Estos últimos días, al reproducirse las informaciones sobre la aparente inminencia de la firma del acuerdo nuclear con Irán, Israel cambió de tono. O mejor dicho, agudizó sus advertencias. “No permitiremos que Irán se convierta en un Estado nuclear”, recalcó el Primer Ministro Yair Lapid.

Recordemos la secuencia.

Desde que asumió hace algo más de un año el gobierno del Primer Ministro Naftali Bennett, y también por cierto desde el reciente comienzo de funciones del gobierno de transición encabezado por el Primer Ministro Yair Lapid, Israel procuró maniobrar entre su oposición pública al regreso al acuerdo nuclear con Irán y el deseo de preservar buenas relaciones con la administración de Joe Biden. De fondo estaba el tono categórico del anterior Primer Ministro Biniamin Netanyanu, quien chocó frontalmente en su momento con el Presidente Obama criticando inclusive en el Congreso la política ante Irán, y logró luego convencer al Presidente Donald Trump abandonar el acuerdo nuclear del 2015.             

Que aquel acuerdo no era bueno, nadie discute. Pero son varios los expertos que sostienen que lo que logró Netanyahu, en la práctica, fue empeorar la situación. Es un hecho que desde que Trump se fue del acuerdo, Irán no ha hecho más que avanzar hacia la bomba.

Las nuevas autoridades trataron denodadamente de explicar a Estados Unidos el peligro, no sólo de un Irán gobernado por el régimen extremista de los Ayatollas que se convierta en un país con poderío nuclear, sino de todo lo que no está en el acuerdo. Y todo lo que significaría el levantamiento de las sanciones.

Trataron, sin chocar frontalmente-aunque sin esconder discrepancias-, afirmando que Estados Unidos “escucha con atención”, de destacar que el acuerdo no aborda el problema del desarrollo de los misiles balísticos, que  podrían ser los portadores de la bomba.  Tampoco se refiere a los constantes esfuerzos desestabilizadores de Irán en la región, financiando y operando a grupos terroristas que hacen su labor en diferentes partes de la zona, destrozando Estados desde adentro y sirviendo a la agenda iraní.

Pero además, firmar el acuerdo que se ha ido negociando significaría desbloquear fondos millonarios que irían indudablemente a una mayor desestabilización regional.

Y evidentemente, lo central: todo lo que no aleje seriamente a Irán de la capacidad de tener la bomba atómica, es un peligro grave ante todo para Israel, cuya existencia misma es amenazada por Teherán. Pero también cambiaría el orden mundial: un régimen como el de los Ayatollas con bomba atómica, sería una desgracia para el mundo.

Israel siente ahora que el tiempo apremia y por eso se ha subido de tono, paralelamente al intento de seguir explicando a Estados Unidos.

 

Las declaraciones del Primer Ministro Lapid

Vale la pena reproducirlas. No hace falta analizarlas.

“Israel no se opone a cualquier acuerdo. Estamos contra este acuerdo, porque es un mal acuerdo, porque no puede ser aceptado tal cual está redactado en este momento.

En este momento, sobre la mesa hay un mal acuerdo que daría a Irán cien mil millones de dólares al año. Ese dinero no se usará para construir escuelas ni hospitales. Serán cien mil millones de dólares  por año que serán utilizados para socavar la estabilidad en Oriente Medio y propagar terrorismo en el mundo. Ese dinero financiará a las Guardias Revolucionarias. Financiará a las Basij que oprimen el pueblo iraní. Financiará más ataques a bases norteamericanas en la región. Será utilizado para fortalecer a Hizbala, Hamas y el Jihad Islámico”.

 

Lapid aclara lo ineludible: “Tenemos un diálogo abierto con la administración de Estados Unidos  en todos los temas en desacuerdo. Aprecio su disposición a escuchar y trabajar juntos. Estados Unidos es y seguirá siendo nuestro aliado más cercano y el Presidente Biden es uno de los mejores amigos que Israel ha tenido”.

Si realmente lo piensa, no podemos saber. Pero sí entendemos por qué no deja de señalarlo a pesar de la tensión en el tema iraní.

Y lo central es lo que agregó:

“Ya lo hemos aclarado a todos: si se firma un acuerdo, no oblia a Israel. Actuaremos para impedir que Irán se convierta en un Estado nuclear. Eso no ocurrirá. No ocurrirá porque nosotros no lo permitiremos”.

Por Ana Jerozolimski
Fuente: Semanario Hebreo Jai