Un alto funcionario israelà condenó el miércoles la decisión del presidente ruso Vladimir Putin de movilizar a cientos de miles de reservistas para la guerra en Ucrania.
“Hemos condenado en un lenguaje muy claro incidentes como el de Bucha”, dijo el funcionario, refiriéndose al suburbio de Kyiv donde soldados rusos ejecutaron a civiles ucranianos. “Esto cae dentro de eso. Esta convocatoria de 300.000 soldados adicionales para profundizar aún más en una guerra que no tenÃa por qué producirse en primer lugar. Lo mismo, por supuesto, ocurre con las amenazas de utilizar armas nucleares”.
El lÃder ruso, en un discurso televisado de siete minutos a la nación emitido el miércoles por la mañana, también advirtió a Occidente de que no va de farol con el uso de todos los medios a su disposición para proteger el territorio de Rusia, en lo que pareció ser una referencia velada a la capacidad nuclear de Rusia.
Putin ha advertido anteriormente a Occidente de que no debe poner a Rusia contra la pared y ha reprendido a los paÃses de la OTAN por suministrar armas para ayudar a Ucrania.
La primera movilización de reservas en Rusia desde la Segunda Guerra Mundial se produjo en medio de las recientes pérdidas en el campo de batalla de las fuerzas del Kremlin.
Israel ha tratado de evitar alinearse demasiado con ninguno de los dos bandos desde que comenzó el conflicto el 24 de febrero. Es uno de los pocos paÃses que mantiene relaciones relativamente cordiales tanto con Ucrania, otra democracia occidental, como con Rusia, que controla el espacio aéreo sobre Siria en el que Israel opera para atacar a sus representantes iranÃes.
Pero como ministro de Asuntos Exteriores, Lapid adoptó un tono más duro contra Rusia que el entonces primer ministro Naftali Bennett, condenando a Rusia por su nombre el primer dÃa de la invasión. Como primer ministro, Bennett evitó condenar directamente a Rusia o a Putin y rechazó las peticiones de ayuda militar de Ucrania.
La postura de Israel no ha cambiado notablemente desde que Lapid asumió el cargo en junio, pero los lazos entre Israel y Rusia se agravaron durante el verano tras una serie de incidentes que avivaron las tensiones.
En mayo, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergey Lavrov, provocó una tormenta diplomática después de decir que Adolf Hitler “tenÃa sangre judÃa” y que los judÃos están entre los peores antisemitas. Tras el incidente, el presidente ruso Vladimir Putin llamó a Bennett para ofrecerle una disculpa por los comentarios de Lavrov.
El Ministerio de Justicia ruso advirtió en junio su intención de cerrar la Agencia JudÃa, que fomenta y facilita la inmigración judÃa a Israel. El destino de la organización cuasi-gubernamental israelà sigue sin estar claro, ya que el juicio fue recientemente aplazado hasta octubre.
En julio, se dispararon misiles antiaéreos rusos contra aviones de la Fuerza Aérea israelà que sobrevolaban territorio sirio cuando los aviones apuntaban a instalaciones militares iranÃes cerca de la ciudad de Masyaf, en el noroeste de Siria. El sistema de misiles antiaéreos es operado por Rusia y sólo puede ser disparado con la aprobación rusa.
En respuesta, el ministro de Defensa, Benny Gantz, dijo que era un “incidente aislado”.
El alto funcionario israelà añadió el miércoles que está “preocupado en general por los judÃos en Rusia”, y que Lapid pidió el lunes al director general de la aerolÃnea El Al que se asegure de que los vuelos desde Rusia a Israel continúen, permitiendo a los judÃos salir.
El decreto de movilización de Putin estipula que el número de personas llamadas al servicio militar activo será determinado por el Ministerio de Defensa. El ministro de Defensa, Sergei Shoigu, dijo en una entrevista televisada que inicialmente se movilizarÃan 300.000 reservistas con experiencia relevante en combate y servicio.
La decisión fue vista como una escalada de Rusia, asà como un riesgo para Putin, ya que la movilización puede impulsar la oposición a la guerra en Rusia.
Un portavoz del presidente ucraniano, Volodymyr Zelenski, calificó la movilización parcial de los reservistas rusos de “gran tragedia” para el pueblo ruso.
Fuente: Times of Israel / Israel Noticias