Uno de los
participantes del seminario sobre Antisemitismo NO que se llevó a cabo en la
Argentina en los últimos días, fue Yaacob Hagoel, presidente de la OSM. Con el,
acompañado de Gabriela Glasman, responsable de Alia de la Agencia Judía en Argentina, se produjo un interesante
encuentro con la prensa judía.
“ Vivimos una era
de complejos desafíos”, dijo Hagoel. “
Luego del cierre de la pandemia se nos vino encima la guerra entre Rusia y Ucrania.
La OSM participó, junto a Israel, ayudando a evacuar a 45.000 judíos
ucranianos , de los cuales unos 15.000 hicieron aliá “. “ Fueron cientos de
vuelos tal como no se había visto desde hace 30 años. En un año calendario
hebreo 60.000 olim llegaron a radicarse en Israel. La mayoría de Rusia y Ucrania.
Es la cifra más alta desde hace por lo menos 1991. La aliá nos ocupa mucho. No son los olim clásicos. Respetamos la decisión de cada judío y su
motivación.”. Luego se refirió a varios temas que también le preocupan. “ El antisemitismo viene
in crescendo. No solo aumentan los
hechos sino la gravedad. La tendencia no es buena. Podemos verlo en EE.UU. como un ejemplo. Nuestra organización
considera que la lucha contra estos hechos es también una responsabilidad de
los gobiernos de cada país. Hay también
una correlación entre el antisemitismo, la asimilación y la aliá. Digo con
dolor, que el que teme por ser judío, ni sus hijos ni nietos lo serán. Tenemos
que estar orgullosos de serlo y la mejor forma es fortalecer nuestra identidad
frente a estos fenómenos globales que tienen un matiz más grave desde la
pandemia”.
Luego se refirió
a la asimilación que golpea al pueblo judío. “ Los judíos aún no hemos
recuperado demográficamente a los asesinados durante la Shoa.
En casi todas las diásporas el número decrece. En Israel es al revés. Tenemos uno de los índices de fertilidad más
importantes del mundo de casi tres hijos por pareja “. También hizo mucho hincapié
en recuperar el hebreo como idioma nacional del pueblo judío. “ Vengo de visitar una
escuela judía muy importante de Latinoamerica donde tienen 7 horas de inglés y
una sola de hebreo…
Entiendo el
fenómeno de la globalización y no me opongo a ella pero creo que la pérdida del
hebreo en el judío diaspórico es un fenómeno que afecta a todos los estractos
comunitarios. El hebreo es la llave de nuestra cultura; no es solo un idioma
para religiosos. Los padres, los
dirigentes comunitarios, las escuelas tienen que tomar conciencia sobre este
empobrecimiento lingüístico. Y no vengan
con la excusa económica. La OSM esta dispuesta a abrir un Ulpán de hebreo en
todo lugar que se lo solicite. No hay pretextos. En
Argentina ya tenemos 150 ulpanim ( centros de enseñanza de hebreo) y siguen creciendo. El hebreo es nuestra fuente de la cual
abrevar. Todavía hay mucho por hacer.”.
Por último, antes
de responder algunas preguntas, dijo que le preocupa la falta de unión en el
pueblo judío. “ Entiendo que haya grietas entre Israel y la Diáspora; que hay
laicos y religiosos y entre los religiosos hay desde ultraortodoxos a
reformistas; ashkenazim y sefaradim pero somos un solo pueblo y nos debemos
unir en el respeto al otro. Dar a los
judíos el condimento de su identidad”.
¿ Qué opinión le merece los posibles cambios en la
llamada Ley del Retorno ?
La Ley del
Retorno es un tema muy sensible. Desde hace años hay un status quo para no
modificarla. Hay que analizar este tema con cuidado porque esta en juego la
unión del pueblo judío en todo el mundo.
Puede tener efectos no deseados para un lado o para el otro. Sin embargo la OSM debe respetar lo que digan
las instituciones gubernamentales de un gobierno elegido democráticamente. Es el parlamento el que puede cambiarla; no
las opiniones de otros.
¿ Qué se puede hacer con el casi millón de judíos
israelíes que por distintos motivos viven fuera de Israel ?
Es un problema de
muy difícil resolución. Hemos
establecido en la OSM un departamento especial para buscar junto al gobierno
soluciones a este tema. Nosotros no nos
desentedemos de ellos. Aunque pueda
parecer mentira se han formado comunidades de israelíes en varias partes del mundo pero hay mucha
asimilación porque sus hijos reciben israelísmo pero no judaísmo.