El túnel descubierto bajo una escuela es sólo un ejemplo del terrorismo que no cesa

La relativa calma que reina en general en los últimos tiempos en el sur de Israel-aunque interrumpida meses atrás por alguna alarma indicativa de disparos desde la vecina Franja de Gaza- no debe confundir. Los terroristas, tanto los de Hamas que son el gobierno en Gaza como el Jihad Islámico, no han depuesto las armas ni se han convertido en amantes de Israel y la opción de paz. Simplemente, ahora no les conviene atacar. Y el túnel descubierto por la UNRWA, la agencia de la ONU de ayuda a los refugiados palestinos, debajo de una de sus escuelas que maneja en Gaza, es sólo una de las pruebas recientes.

Tomamos con pinzas y extrema cautela la información según la cual UNRWA protestó ante las autoridades, porque eso significa protestar ante Hamas, que probablemente fue quien cavó el túnel, sabiendo perfectamente que pone en peligro a los niños. Y también porque UNRWA lejos está de ser una entidad que pueda inspirar confianza alguna,  dado que ya se han publicados numerosas pruebas de casos de incitación al odio en sus aulas y se sabe de docentes allí empleados que eran miembros de Hamas.

Los túneles son un arma terrorista. También los que no cruzan a territorio israelí,por el obstáculo subterráneo construido por Israel que los frena. O sea, también los que “sólo” sirven a los terroristas para movilizarse bajo tierra en Gaza sin ser detectados desde el aire, cabe suponer que los protegen mientras llevan a cabo planes terroristas. Nada bueno pueden estar haciendo si optan por esconderse en los túneles. 

El peligro en el que los túneles  colocan a los niños, no es un elemento a tomar en cuenta por Hamas y otros grupos terroristas. Han usado repetidamente instalaciones civiles o se han emplazado cerca de las mismas para atacar a Israel , aún sabiendo que Israel , al captar las coordenadas del sitio desde el que se disparó un cohete hacia su territorio, puede responder. Han disparado desde el hospital Shifa de Gaza, han lanzado morteros desde una escuela en Bet Hanun matando al pequeño Daniel Tregerman de 4 años que no alcanzó a correr al refugio en su casa en el kibutz Najal Oz, por dar sólo algunos ejemplos.

Daniel Tregerman, de bendita memoria

 

Los terroristas que gobiernan Gaza no sólo no protegen a su población de nada sino que la usan para cumplir con sus designios contra Israel, aún sabiendo que con ello la ponen en peligro.

No es una frase en el aire sino una realidad. En numerosas ocasiones usaron a palestinos que tenían permiso para entrar a territorio israelí por distintas razones-por ejemplo tratamiento médico-para perpetrar atentados, con lo cual ponían en peligro los permisos que otros podrían necesitar.

Y no es sólo cuestión del pasado, es algo que ocurrió también hace muy poco.

Días atrás, el Shin Bet, el servicio general de seguridad encargado de combatir el terrorismo, publicó que el 22 de octubre detuvo  a Fathi Ziad Zakut de 31 años, uno de los 15.000 palestinos de Gaza con permiso de trabajo en Israel, que estaba por cometer un atentado con una carga explosiva que iba a color en un ómnibus en la ciudad de Beer Sheba en el sur de Israel.

 

Zakut, de la zona de Rafah, había sido reclutado por el Jihad Islámico, había sido entrenado en el uso de explosivos y en su poder fueron halladas las partes de la carga explosiva que pensaba detonar .

 

 

 

A raíz de su detención, Israel quitó los permisos a 200 palestinos  con vínculos familiares con Zakut. Está confirmado que parte de los preparativos los había hecho con algunos miembros de su familia.

Estaba claro de antemano que de ser descubierto, la primera medida sería relativa precisamente a los permisos de trabajo en Israel, permisos que la población civil allí ve como un verdadero tesoro ya que permiten un ingreso clave para la manutención de las familias , que dentro de la franja es casi imposible recibir.

Podríamos decir que es ilógico que los palestinos actúen de esta forma, sabiendo que con eso puede que logren matar israelíes, pero ponen en peligro a su propia gente y la perjudican. Pero eso, según la lógica normal de quien se aferra a la vida, no de quien busca la muerte.

 

Ana Jerozolimski
Directora Semanario Hebreo Jai

Fuente: Semanario Hebreo Jai