Israel debe hacer lo posible para acabar con el programa nuclear iraní

Israel e Irán solían ser socios a varios niveles hasta 1979, cuando la Revolución Islámica inició el conflicto irano-israelí. Ha sido una especie de guerra fría. Irán pretende fabricar armas nucleares, no sólo por culpa de Israel. Sin embargo, tras el deseo de Irán de destruir a Israel y sus acciones, como el apoyo a organizaciones guerrilleras y terroristas que atacan a Israel, este último está profundamente preocupado por el programa nuclear iraní. Los dirigentes israelíes recalcaron una y otra vez que Israel no permitiría que Irán tuviera armas nucleares.

Para Israel, su conflicto con Irán es con el régimen iraní y no con el pueblo iraní, ya que muchos de ellos no quieren este conflicto. Además, algunos en Irán ven a su régimen, y no a Israel, como su principal enemigo. Una serie de dificultades económicas y una represión constante provocaron oleadas de disturbios en Irán, como la actual. El régimen iraní es consciente del peligro.

Aún no está claro cuándo y cómo acabarán los disturbios. Aunque la probabilidad de derrocar el régimen iraní parece ahora mismo bastante baja, podría producirse un cambio repentino que lo pusiera en peligro. Aunque los disturbios actuales no conduzcan a ello, la próxima oleada de protestas es sólo cuestión de tiempo. Mientras tanto, el régimen iraní avanza en su programa nuclear.

¿Qué ocurriría primero? ¿Tendría Irán un arsenal nuclear o un cambio de régimen? Israel se concentra en el programa nuclear iraní, pero no debe ignorar el esfuerzo por derrocar al régimen iraní. Israel debe hacer todo lo posible tanto para frenar el programa nuclear iraní como para derrocar al régimen iraní. Con toda la incertidumbre sobre qué tipo de régimen iraní estaría en el poder, está claro que el actual es el peor para Israel, Estados Unidos y muchos otros, incluido el pueblo iraní.

Israel tiene muchas prioridades importantes, no sólo de seguridad. Incluso con respecto a Irán, hay varias tareas clave, como reducir en la medida de lo posible la entrega de ayuda militar de Irán a Siria y Líbano, y paralizar el establecimiento de una base iraní en Siria. No obstante, la principal prioridad de Israel debe ser hacer frente al programa nuclear iraní, incluso tratando de derrocar al régimen iraní.

Israel necesita aliados, principalmente Estados Unidos, que firmó el JCPOA, el acuerdo sobre el programa nuclear de Irán, el 14 de julio de 2015. La administración Trump se retiró del JCPOA el 8 de mayo de 2018 e impuso más sanciones a Irán, lo que complació a Israel. La esperanza entonces era que paralizaría a Irán, obligándolo a aceptar serias restricciones, incluso en su proyecto nuclear o arriesgarse a disturbios que podrían derrocar al régimen. Era una especie de riesgo calculado que no funcionó, a menos que una revuelta, la actual o la próxima, en Irán derribara el régimen, a raíz, entre otras cosas, de la presión de Estados Unidos sobre Irán. La administración Biden, al imponer sanciones a Irán, continúa con ese enfoque. Sin embargo, mientras tanto, Irán está cada vez más cerca de producir armas nucleares.

Otras prioridades

A diferencia de Israel, para EEUU el programa nuclear iraní no es la amenaza más urgente para la seguridad nacional. La administración Biden, aunque se opone firmemente a que Irán tenga armas nucleares, tiene otras prioridades, internas y externas. Además, la administración Biden no presentó una opción militar contra Irán.

La administración Biden podría apoyar la adopción de algunas medidas militares contra Irán, pero ha descartado una amplia ofensiva contra los emplazamientos nucleares de Irán, y mucho menos una que llevaría a cabo el ejército estadounidense. La administración Biden no ha renunciado a una solución diplomática, que hasta ahora no ha funcionado.

Israel y Estados Unidos deben trabajar juntos no sólo para retrasar el programa nuclear iraní, sino también para ayudar a la oposición iraní a derrocar el régimen iraní. Cada objetivo requiere medidas diferentes y también existe cierta contradicción entre ellos, ya que muchos iraníes odian su régimen, pero podrían querer mantener su programa nuclear y tal vez incluso tener armas nucleares. Sin embargo, Israel y Estados Unidos pueden asumir este riesgo y seguir apoyando a la oposición iraní, sobre todo porque esta última se centra ante todo en derrocar al régimen.

La oposición iraní carece de un liderazgo conjunto, de ideología, etc. y sus miembros están divididos por todo el país, luchando por organizarse y coordinar sus movimientos. Sin embargo, son persistentes, valientes y están dispuestos a pagar un alto precio, poniendo en peligro su libertad y a veces sus vidas. También aprenden lecciones a medida que continúan los disturbios.

Por ello, a pesar de sus dificultades y defectos, merecen ayuda, sobre todo porque sin apoyo la lucha para derrocar al régimen iraní será más larga y podría incluso fracasar. Es esencial desarrollar la cooperación entre la oposición iraní y quienes, fuera de Irán, están deseosos de deshacerse del régimen iraní.

El régimen iraní perdió todo derecho a condenar a otros por intervenir en Irán porque el régimen iraní ha estado haciendo eso en todo Oriente Medio y también en Ucrania. Salvar a los regímenes de los Estados árabes y de Europa exige derrocar al régimen iraní, además de otros intereses básicos que exigen derrocar al régimen iraní. Éste, además, ya acusó a potencias extranjeras de ayudar a la oposición iraní, lo que no afectó a los disturbios, por lo que no le preocupa que ayudar a la oposición iraní le haga quedar mal en casa.

En definitiva, Israel y Estados Unidos tienen que hacer todo lo posible no sólo para retrasar el programa nuclear iraní, sino también para alentar y ayudar a la oposición iraní en su heroica batalla por derrocar al malvado régimen de ese país.

Fuente: The Jerusalem Post / Israel Noticias