La legendaria figura de Eli Cohen, el israelí enviado por el Mossad a Siria, donde se desempeñó durante años como agente , enviando a Israel información sumamente valiosa para la seguridad nacional, está desde ahora perpetuada en un nuevo museo que lleva su nombre, ubicado en la ciudad de Herzlia.
Eli Cohen, nacido el 26 de diciembre de 1924 en Alejandría, Egipto, murió en la horca en la plaza Al Marjeh de Damasco el 18 de mayo de 1965,aproximadamente tres meses luego de su captura. Había logrado insertarse en las máximas esferas del gobierno sirio, enviando a israel información de gran valor.
En la ceremonia de inauguración del museo, David Barnea, actual jefe del Mossad, reveló el último telegrama enviado por Eli Cohen antes de su captura, fechado el 19 de febrero de 1965, en el que informa sobre una reunión del Estado Mayor del ejército sirio llevada a cabo la noche antes, con la participación del entonces presidente Amin Al-Hafez.
“Eli Cohen era uno de nuestros mejores agentes”, declaró Barnea. “Continúa influyendo sobre nosotros por su espíritu de lucha, su coraje, sus valores y su devoción, inclusive desde las profundidades de la historia. Es una fuente de inspiración no solamente para los agentes de hoy sino para todos los funcionarios del Mossad en sus diversas posiciones. Todos aprendemos de él, también hoy, por su sionismo, su sacrificio y su dedicación”.
Uno de los puntos más interesantes de las palabras pronunciadas por David Barnea se refirieron a la razón de la captura de Eli Cohen, dado que el tema fue durante muchos años motivo de profunda polémica en Israel. Por un lado hubo quienes alegaron que en la práctica él mismo fue responsable de haber sido descubierto por exponerse enviando demasiado material, y por otro también se planteaba si no se le había exigido demasiado.
En la inauguración del Museo Eli Cohen, el jefe del Mossad declaró que “honraré este lugar sagrado y revelaré, por primera vez, a raíz de una investigación a fondo realizada recientemente, que Eli Cohen no fue capturado por la cantidad de sus transmisiones o por presiones del cuartel central para que transmita demasiado frecuentemente, sino simplemente porque sus transmisiones fueron intercepadas y trianguladas por el eemigo”.
El original del último telegrama de Eli Cohen será depositado en los Archivos de la Nación, y en el Museo se expondrá una copia del mismo.
