¿Cómo murió el Doctor Mengele?

Yosef Mengele realizó terribles experimentos médicos a cientos de prisioneros durante el Holocausto nazi; sin embargo, logró escapar a la justicia y llevar una cómoda vida en Uruguay y en Argentina.

Instalado finalmente en Brasil, Mengele construyó una casa con una torre de vigilancia, a donde subía a observar sus alrededores con bastante cautela.


Su empleado Ferdinando, recuerda haber sido testigo de aquella intranquilidad y en una entrevista mencionó que “fuera a donde fuera, siempre llevaba los perros con él. “Tenía 14 ó 15 perros, no traía los perros aquí arriba pero solía venir conmigo, venía aquí con sus binoculares para vigilar, yo hacía lo mismo”.

Los esfuerzos por arrestarlo no daban resultados. Lo único que el Mossad adquiría era correspondencia para Mengele en direcciones en las que el prófugo ya no vivía.

Cada año, se diluían las esperanzas por capturar a Mengele

Mientras tanto, en Israel, los desafíos no eran pequeños, en la década de los 60, Gamal Abdel Nasser, Presidente de Egipto amenazaba con destruir al Estado judío, por lo que el presupuesto para continuar con la investigación del paradero de Mengele fue severamente recortado.

A pesar de sus triunfantes años sin ser capturado, el tiempo no había pasado en vano y la salud de Mengele se deterioró.

Así que ya con el semblante de un hombre anciano, Mengele tuvo la oportunidad de ver a su hijo Rolf por última vez

Después de tantos años de distancia, Rolf recuerda este último encuentro y en una entrevista dijo lo siguiente:

“Me pareció que mi padre me pareciera tan viejo, pequeño y de algún modo un poco roto, tuve que mostrar un gran esfuerzo para mostrar algo de cordialidad, para mostrar algún sentimiento. A él la situación le conmovía mucho. Durante los primeros días de nuestro encuentro evité hablar de los temas problemáticos, como Auschwitz.

Más tarde llegué a ello, entonces, como ya le he dicho, explotó, se lo tomó como que su hijo lo cuestionaba; dijo que cómo podía imaginar que él hubiese hecho esas cosas, que si no veía que, desde el principio, eso era mentira, era propaganda o no sé qué”.

Cuando su hijo dio un paso atrás y dijo que bastaba, que era un hecho incuestionable, Mengele lo admitió claramente:

“Se excusó diciendo que no había podido evitar que fuesen cientos de miles, porque el sistema y la organización habían sido horribles.

“Nunca he podido entender como un ser humano puede actuar así”.

En 1979 Mengele visitó a unos amigos en Bertioga, São Paulo, era el 7 de febrero de 1979, un día caluroso y Yosef Mengele se metió al mar.

Ahí, nadando en aquella playa, Mengele sufrió un infarto cardiovascular y murió a sus 67 años de edad.

Su amiga, Liselotte Bossert, estaba presente en el momento de su muerte y contó: “Eran las 4:30 p.m cuando fuimos a la playa, tenía media cabeza fuera del agua y estaba claro que luchaba desesperadamente: tenía los ojos fijos y abiertos y parecía determinado a volver nadando.

Ahora sabemos que había sufrido una apoplejía y que intentaba volver nadando.

A pesar de ello, mi marido intentó traerlo hasta la playa, pero ya era demasiado tarde”.

Su cuerpo fue enterrado en Brasil, bajo el nombre de Wolfgang Gerhard, la identidad que Josef Mengele había utilizado desde 1975.