El primer ministro Benjamin Netanyahu tachó de “indignos” los comentarios del jefe del organismo de control nuclear de la ONU de que cualquier ataque israelí o estadounidense contra las instalaciones nucleares iraníes sería ilegal, e insistió en que Israel tiene derecho a defenderse.
El presidente del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Raphael Grossi, visitó Teherán el sábado para tratar de desbloquear las negociaciones sobre la renovación del acuerdo nuclear de 2015 con las potencias mundiales.
Respondía así a la pregunta de un periodista sobre las amenazas de Israel y Estados Unidos de atacar las instalaciones nucleares iraníes si consideran que la diplomacia destinada a impedirle la bomba se encuentra en un callejón sin salida. Teherán afirma que su programa nuclear es pacífico.
“Rafael Grossi es una persona digna que hizo un comentario indigno”, dijo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, al gobierno antes de su reunión semanal del domingo.
¿Cómo es posible, quiso saber, que la preocupación del OIEA sea que un ataque israelí pueda ser ilegal?
“¿Fuera de qué ley?”, preguntó Netanyahu.
“¿Está permitido que Irán, que pide abiertamente nuestra destrucción, defienda los instrumentos de destrucción que nos masacrarán? ¿No se nos permite defendernos? Por supuesto que se nos permite, y por supuesto que lo hacemos.
“Y lo hacemos a través de discusiones o acciones que tienen lugar a todas horas y que, por supuesto, no voy a detallar aquí.
“Digo esto porque nada nos impedirá defender este Estado e impedir que los opresores eliminen el Estado judío”, dijo Netanyahu.
Reflexionó sobre el vínculo entre las amenazas de Irán contra Irán, desde lo que hoy es Persia, y la festividad de Purim que los judíos celebran esta semana para conmemorar su huida de la destrucción en la antigua Persia.
“Estamos en vísperas de la fiesta de Purim, cuando hace 2.500 años surgió en Persia (el actual Irán) un matón que quería destruir a los judíos. No lo consiguieron entonces, tampoco lo conseguirán hoy”, dijo.
Fuente: Jerusalem Post
