Orgullo Sionista. Por Siván Gobrín

Cuando alguien decide hacer aliá, inmigrar a Israel, no siempre el camino es fácil. La burocracia, la incertidumbre, el idioma, la situación económica, el cambio de idiosincrasia, entre otras cosas, son piedras que se nos presentan en el camino y no siempre tenemos muy claro cómo esquivarlas o cómo manejarlas.

Hay tantas razones para venir a vivir a Israel como personas que han tomado la decisión durante toda la historia. En mi caso fue puramente por sionismo. Yo sabía que quería desarrollarme en Israel y educar a mis hijos acá. Que crezcan sabiendo que tienen un lugar donde son respetados, y que pueden ser el tipo de persona que deseen, rodeados de diferentes tipos de niños, de familias diversas, acá hay lugar para todos.

Vivir en Israel tiene también sus sinsabores, guerras, misiles, atentados. Vivir expectantes que nuestros vecinos constantemente amenazan con nuestra desaparición. Pero la verdad, y a pesar de todo, nunca me he sentido más segura.

Israel es un orgullo, líder en tecnología y en diversidad, respeto a las minorías y cada vez que puedo, lo destaco para quien quiera escucharlo (y para muchos que no lo quieren escuchar también) La existencia de este joven Estado es nuestra arma contra el antisemitismo y aprendemos a usarla, a veces la fuerza, pero con el corazón lleno.

Lo que está pasando durante las últimas horas me llena de tristeza. Tener que seguir lamentando la pérdida de civiles en atentados terroristas que no cesan, que han cambiado su táctica con el tiempo, pero su objetivo sigue siendo el mismo, dañarnos. Pero también me da rabia e impotencia que un grupo de extremistas israelíes hayan decidido tomar la justicia por sus propias manos, como lo ocurrido en la ciudad de Hawarra, ciudad que arde de venganza, en un país que lleva semanas dividido. Porque se manifiesta y porque no. Porque son de derecha o porque son de izquierda, porque hay que reformar y porque no hay que hacerlo. Porque la corrupción se ha apoderado de las altas esferas y por primera vez siento que a nadie de ellos le importa.

No quiero que mis hijos crezcan en un país donde no se pueda ser libre, donde no puedan decir lo que piensan o que otras ciudades ardan. No quiero que vean la venganza, quiero que vean que esta es nuestra casa, donde todos nos merecemos vivir en paz sin miedo a lo que va a pasar. Sin incertidumbres. Quiero que sigan sintiéndose protegidos, seguros. Que la justicia sea igual para todos.

Quiero seguir defendiendo con orgullo mi país frente a los que nos quieren borrar del mapa, que el start up nation siga aportando al bienestar del mundo, siendo un ejemplo. Pero no podemos seguir haciéndonos los ciegos, sordos y mudos. Israel es una joven democracia, que también comete errores, pero que al final, debe hacer todo por sus civiles. TODOS sus civiles, le guste a quien le guste.

Quiero que el día de mañana mis hijos estén orgullosos de servir en el ejército y ser un aporte a la sociedad, con el mismo amor al país que un día me trajo a mí a miles de kilómetros de mi familia.

No quiero un país en llamas. No quiero un país con venganza ni terrorismo. Quiero poder vivir en paz. Sin incertidumbres, sin atentados y poder seguir mostrándole al mundo, el orgullo de ser sionista.

Fuente: https://cchil.org.il/orgullo-sionista/