Después que Netanyahu desmantelara el funcionamiento del gobierno anterior, hablando con una sola voz y explicando la posición israelà al mundo, la ministra designada para la mensajerÃa de Israel afirma que no es responsable de la prensa internacional y culpa a la falta de presupuesto.
Mientras las tensiones en torno al Monte del Templo de Jerusalem, también conocido como al-Ḥaram al-SharÄ«f, sagrado tanto para musulmanes como para judÃos, siguen bullendo, el predominio de imágenes de violencia policial contra fieles musulmanes que ignoran las provocaciones y agresiones palestinas deja a Israel en desventaja en la escena mundial.
Tras el establecimiento del gobierno dirigido por el primer ministro BenjamÃn Netanyahu, los funcionarios nombrados por la administración anterior, encargados de presentar la posición de Israel, fueron despedidos o reasignados y se nombró a una ministro dedicado a esa tarea.
Sin embargo, los fallos de la ministra Galit Distel-Atbaryan contrastaban totalmente con el sistema desmantelado, capaz de hablar en nombre de todos los poderes del Estado y de la seguridad, con una sola voz clara.
Cuando estallaron los enfrentamientos en el polémico Monte del Templo de Jerusalén, mientras los musulmanes observaban el mes sagrado del Ramadán, las redes sociales se inundaron de vÃdeos e imágenes de fuerzas policiales golpeando a palestinos, entre ellos mujeres y ancianos que gritaban de dolor. Otros vÃdeos mostraban a religiosos judÃos extremistas que se dirigÃan al Monte del Templo con corderos para llevar a cabo el antiguo ritual del sacrificio de animales, practicado por los judÃos en la época del Templo, hace miles de años.
Las imágenes provocaron la indignación del mundo musulmán y las crÃticas de la comunidad internacional, mientras el Israel oficial guardaba silencio.
Los escasos intentos de la policÃa de Jerusalén por mostrar imágenes de los disturbios que precipitaron las acciones policiales o de las autoridades impidiendo que los fanáticos religiosos extremistas llevaran a cabo sus planes quedaron ahogados en el mar de imágenes condenatorias que llevaron a gobiernos de todo el mundo a condenar a Israel y exigir respuestas.
Es probable que las imágenes provocadoras fueran también catalizadoras de los disparos de cohetes contra comunidades israelÃes del norte y el sur y de los mortÃferos atentados terroristas de finales de la semana pasada y el fin de semana, en los que murieron tres personas y otras resultaron heridas, entre ellas la madre de dos de las vÃctimas, una familia del asentamiento cisjordano de Efrat, que seguÃa luchando por su vida en el Centro Médico Hadassah de Jerusalén.
Israel tiene por primera vez un ministro designado para la mensajerÃa, pero no cuenta con un angloparlante dedicado a proporcionar contexto a la prensa mundial. Ni siquiera Netanyahu cuenta ya con un portavoz de prensa extranjera y la posición de Israel está ausente de los medios de comunicación en lÃnea e incluso de los principales.
Distel-Atbaryan afirma que aún no se le ha proporcionado un presupuesto y que no es responsable de la mensajerÃa de Israel en el extranjero, pero en el desmantelamiento del sistema anterior por parte de la coalición, también se habÃa eliminado a quienes en el Ministerio de Asuntos Exteriores sà interactuaban con los medios de comunicación mundiales y se asignó el trabajo a la ministra de la Diáspora, donde ha sido ignorada.
Al oÃr las crÃticas, la ministra intentó intervenir y publicó un post en mal inglés el martes pasado, que ya ha corregido. Pero todo esto fue demasiado poco y demasiado tarde.
La ministra, que no ha faltado en las redes sociales y en los medios de comunicación de derechas desde que Netanyahu llegó al poder, ha limitado sus comentarios a atacar a los opositores al impulso legislativo del gobierno para revisar el sistema judicial, asà como a los tribunales.
El domingo volvió a emitir un comunicado en el que afirmaba que los mensajes al exterior no eran responsabilidad suya, pero que no podÃa negar la validez de las crÃticas. Volvió a referirse a la falta de presupuesto, a pesar de que el gobierno anterior contaba con profesionales y herramientas creÃbles para hacer frente a este tipo de situaciones, todo ello desmantelado por el equipo de Netanyahu cuando asumió el cargo.
Fuente: PorIsrael.org