La creciente actividad de Hezbollah entre los árabes israelíes intensifica los riesgos de seguridad que enfrenta Israel

 Esta preocupante actividad plantea un mayor riesgo de seguridad para Israel. A la Agencia de Seguridad de Israel (Shabak) le preocupa que los criminales árabes puedan alinearse con Hezbollah para intentar vengarse contra la policía y el Estado.

En las últimas semanas, la Agencia de Seguridad de Israel (Shabak) detuvo a cuatro árabes israelíes de Kafr Qasem y Lod que colaboraban con Hezbollah en el Líbano para facilitar el contrabando de armas al territorio israelí.

Las armas incluían grandes artefactos explosivos fabricados en Irán. La operación de contrabando se llevó a cabo a través de una ruta frecuentemente utilizada por elementos terroristas, que se extiende desde el Líbano hasta Israel.

La revelación por parte de la Agencia de Seguridad de Israel de una nueva ruta de contrabando para artefactos explosivos fabricados en Irán hacia Israel, junto con el ataque de un terrorista de Hezbollah en el cruce de Meguido utilizando un artefacto explosivo de gran tamaño fabricado en Irán el 13 de marzo de 2023, indican una intensa presión por parte de Hezbollah para arraigarse más profundamente en la sociedad árabe de Israel.

La infiltración de la inteligencia de Hezbollah en Israel

Hezbollah se ha esforzado en reclutar individuos de la población árabe de Israel durante más de dos décadas y ha logrado cierto éxito.

En 2000, reclutó al árabe israelí Keis Obeid de la aldea de Taibe, quien desempeñó un papel fundamental en el secuestro del coronel (retirado) israelí Elhanan Tannenbaum en Dubái, donde estaba involucrado en un negocio de drogas. Tannenbaum fue secuestrado y trasladado en avión al Líbano, retenido por Hezbollah durante tres años y luego intercambiado por 435 prisioneros en Israel.

En 2002, Hezbollah reclutó al beduino israelí Omar al-Heib de la aldea de Zarzir, un ex teniente coronel de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Israel lo declaró culpable de espionaje y tráfico de drogas y lo condenó a 15 años de prisión.

Hezbollah también estableció vínculos con Azmi Bishara, un ex miembro de la Knesset (Parlamento), sospechoso de pasar información a la organización durante la Segunda Guerra del Líbano en 2006 a cambio de importantes sumas de dinero.

Para evitar el procesamiento, Bishara huyó del país en 2007 tras la revelación del asunto. Hoy en día, Bishara es el director del Centro Árabe de Investigación y Estudios Políticos de Qatar, que a su vez está afiliado al centro de investigación del Centro Árabe en Washington, D.C.

Estos son sólo algunos de los varios casos notables cubiertos por los medios.

Infiltración a través de elementos criminales

Los funcionarios de seguridad creen que Hezbollah está aprovechando las crecientes tasas de criminalidad dentro de la comunidad árabe de Israel y la demanda de armas y artefactos explosivos entre las facciones criminales árabes involucradas en conflictos internos.

Esta situación permite a Hezbollah forjar alianzas con elementos hostiles dentro de la población árabe de Israel, reclutándolos potencialmente como operativos y agentes del caos, especialmente en una confrontación militar con Israel.

Cuatro árabes israelíes capturados en julio de 2023 que tenían en su poder explosivos fabricados en Irán.

La infiltración exitosa en Israel con al menos dos grandes minas Claymore de fabricación iraní –aunque inicialmente estaban destinadas a fines criminales– preocupa profundamente a la Agencia de Seguridad de Israel. Si bien inicialmente estaban destinadas a actividades delictivas, estos poderosos dispositivos podrían terminar en manos de grupos terroristas y servir como instrumentos para un ataque.

Los intentos de Hezbollah de establecer nuevas rutas de contrabando y perfeccionar sus métodos operativos continúan.

Si bien la organización terrorista anteriormente se centraba en reclutar individuos con opiniones extremistas dentro de la población árabe de Israel, el actual aumento de las tasas de criminalidad entre los árabes ha llevado a Hezbollah a apuntar a posibles reclutas del inframundo criminal. Los árabes israelíes conocen íntimamente a la sociedad judía israelí, sus vulnerabilidades, su dinámica económica y conexiones sociales.

Su conocimiento los convierte en valiosas fuentes de inteligencia para Hezbollah, que luego pueden canalizarse hacia Irán.

Existe una preocupación genuina de que los criminales árabes que buscan represalias puedan formar alianzas con Hezbollah, movilizándose y cooperando de maneras que podrían amenazar la seguridad nacional.

La introducción de peligrosos artefactos explosivos iraníes, como las minas Claymore, en Israel plantea una amenaza sustancial, incluso si estaba destinada a conflictos criminales internos.

Mina antipersonal Claymore M18A1 (Fuente: Federación de Científicos Estadounidenses)

Estos dispositivos podrían potencialmente llegar a manos de facciones terroristas en Judea y Samaria, poniendo en peligro tanto a los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) como a los colonos.

La revelación de artefactos explosivos iraníes es el resultado de la ampliación de las funciones de la Agencia de Seguridad de Israel para investigar actividades criminales tangencialmente relacionadas con el terrorismo.

La frontera entre estos ámbitos es delgada, y la Agencia de Seguridad de Israel reconoce la naturaleza dual del tráfico de armas, que no sólo alimenta el mercado ilegal de armas dentro de la comunidad árabe de Israel, sino que también abastece a grupos terroristas armados en Judea y Samaria [Cisjordania].

La estrategia de Irán incluye el contrabando de armas al norte de Samaria a través de Jordania, junto con un apoyo financiero sustancial a los grupos terroristas en Samaria, permitiéndoles adquirir armas en el mercado negro entre los árabes israelíes.

El apoyo de Hezbollah a los palestinos

Los comentaristas en el Líbano especulan que el armamento encontrado entre elementos criminales de la comunidad árabe podría eventualmente volverse contra las fuerzas de seguridad de Israel si las tensiones aumentan, como ocurrió en octubre de 2000 y mayo de 2021, particularmente en respuesta a los acontecimientos en la Mezquita de Al Aqsa.

Durante la Operación “Guardián de las Murallas” en mayo de 2021, Hezbollah elogió los esfuerzos de los árabes israelíes que participaron en disturbios y atacaron a judíos y fuerzas de seguridad en ciudades árabes y mixtas.

Los medios de comunicación de Hezbollah proclamaron: “Los palestinos dentro de Israel entienden que ésta es, ante todo, su propia batalla”.

Fuente: The Jerusalem Center for Public Affairs / Aurora

Yoni Ben Menachem, veterano comentarista diplomático y de asuntos árabes para la Radio y Televisión de Israel, es analista senior de Medio Oriente en el Centro de Jerusalén. Se desempeñó como director general y editor en jefe de la Autoridad de Radiodifusión de Israel.