Clérigo palestino: "Odiar a los judíos es una obligación islámica"

Un clérigo palestino criticó al líder de la Autoridad Palestina Mahmoud Abbas la semana pasada por decir que cualquier musulmán que se considere enemigo de los judíos es un hereje.


En un sermón del viernes en Jerusalem que se transmitió en la televisión libanesa afiliada a Hizb ut-Tahrir, Al-Waqiyah, el clérigo palestino Yousuf Makharzah dijo que la enemistad hacia los judíos es un deber religioso islámico, y que cualquier musulmán que no muestre enemistad hacia los judíos es un hereje.

Makharzah citó un verso del Corán que dice que los judíos tienen la más intensa enemistad contra los musulmanes, y dijo de Abbas: “¿Dónde aprendiste el Islam? ¿Lo aprendiste de [tu consejero, Mahmoud] Habbash? ¿O [de los políticos israelíes] Yossi Sarid o Yossi Beilin? … ¿Crees que el Islam [es] un cadáver decapitado? ¡Oh Abbas, el Islam no morirá en los corazones de los creyentes!”

El odio islámico a los judíos está profundamente arraigado. Se puede ver en los últimos versos del Corán, en las explicaciones de Mahoma, en las ejecuciones en masa y en la esclavitud de los judíos de Medina, o en el ataque a los judíos en el oasis de Khaybar.

El antisemitismo islámico siguió teniendo un impacto muy negativo en los judíos que vivían bajo el dominio musulmán en el Oriente Medio, el norte de África y partes de Europa a lo largo de los siglos. A veces se trataba a los judíos mejor que en los países cristianos, por ejemplo durante la Inquisición; en otras ocasiones, se produjeron masacres; pero en todos los casos, los judíos sufrieron diversas humillaciones como “dhimmis” de segunda clase: personas con una escritura que gozaban de la debida protección por parte de los musulmanes, pero que fueron degradadas por no haber reconocido al profeta Mahoma como el verdadero Mesías.

El politólogo alemán Matthias Künzel lo resumió:

El antisemitismo islámico, aunque no se limita a los movimientos islamistas, es un factor clave en la guerra de los islamistas contra el mundo moderno.

Está detrás del deseo de Teherán de destruir ese ” tumor canceroso” de Israel y motivó el reciente ataque iraní a Israel con un dron armado. Inspira la amenaza de Recep Tayyip Erdogan de que los israelíes no podrán “encontrar un árbol para esconderse”, una clara alusión a un hadiz que exige la matanza de judíos. Hace que Mahmoud Abbas niegue cualquier conexión entre Jerusalem y los judíos y transforma el conflicto político entre Israel y los árabes en una lucha religiosa entre el bien y el mal.

El antisemitismo islámico moviliza a los terroristas del Estado Islámico para asesinar a los judíos en Europa y asegura que no sólo en Ammán, sino también en Berlín y en Malmo los árabes amenacen a los judíos con este particular grito de guerra: Khaybar, Khaybar, oh judíos; el ejército de Mahoma regresará. Khaybar es el nombre de un oasis habitado por judíos que Mahoma conquistó con sangre en 628. También es el nombre de un rifle de asalto fabricado en Irán y de un tipo de cohete utilizado por Hezbolá para disparar contra ciudades israelíes en 2006.

En: Israel Hayom / Traducción de Noticias de Israel