Los datos iniciales de 200,000 niños israelíes vacunados contra COVID-19 publicados este jueves indicaron que la vacuna COVID-19 no tiene efectos secundarios serios y casi no tiene efectos secundarios en general.
Los funcionarios de salud estaban más preocupados por la miocarditis, una inflamación del músculo cardíaco, pero solo se observaron 3 de esos casos entre los 200,000 receptores de la vacuna entre las edades de 12 a 15 años, mostraron los datos publicados por la emisora pública Kan, recogió The Times of Israel.
Sin embargo, el informe enfatizó que se necesitan más datos con una muestra más grande para sacar conclusiones definitivas.
Israel comenzó a vacunar a menores de 12 a 15 años a principios de junio. La vacunación no es obligatoria para los adolescentes, solo se aconseja, y los padres pueden decidir si quieren que sus hijos sean vacunados.
El tema ha sido una fuente de controversia en el nuevo gobierno, y la ministra de Educación, Yifat Shasha-Biton, ha parecido repetidamente simpatizar con aquellos opuestos a la vacunación.
Cuando en una entrevista el miércoles con el Canal 12 se le preguntó por qué se oponía tanto a vacunar a los niños en la escuela, respondió diciendo que esa medida es “un crimen”.
Actualmente, los niños reciben varias vacunas durante los años escolares, con el permiso de sus padres. Shasha-Biton trató de explicar por qué no hará lo mismo con las vacunas COVID-19 diciendo que los niños pueden sufrir acoso si sus padres están en contra de las vacunas.
El martes, el Ministerio de Salud de Israel les dijo a los proveedores de atención médica de Israel que pueden administrar vacunas contra COVID-19 a niños de 5 a 11 años que tienen enfermedades graves que podrían hacerlos más vulnerables al COVID-19.
Las autorizaciones para niños individuales deben ser otorgadas por el servicio de salud y luego validadas por el ministerio. La política del ministerio sería minimizar la cantidad de autorizaciones y emitirlas solo para aquellos con mayor riesgo, dijo.
El Ministerio de Salud dijo que las condiciones médicas que podrían justificar dicha autorización incluyen obesidad mórbida, enfermedad pulmonar crónica grave, trastornos del neurodesarrollo, insuficiencia cardíaca congestiva, anemia falciforme y enfermedades autoinmunes graves.
Fuente: ©EnlaceJudío
