El 2022 es el más mortífero en atentados terroristas desde la intifada de los cuchillos

 El resumen es duro: en lo que va del año en curso, faltando aún dos meses para que termine, 25 personas han sido asesinadas en atentados terroristas en Israel. Hubo 2.204 atentados de distinta índole. Además, han sido frustrados 380 atentados de envergadura en los que se estima habrían sido asesinadas 200 personas.

Estos son los peores números desde el 2015, cuando en la víspera del año nuevo judío, comenzó lo que se recuerda como “la intifada de los cuchillos”, con numerosos apuñalamientos por parte de terroristas. En ese año, fueron 29 los muertos en 2.558 ataques.

El terrorismo no descansa y ataca cada vez que tiene oportunidad de matar israelíes. No es que los análisis sobre coyunturas políticas determinadas sean irrelevantes, y claro que al aproximarse las elecciones en Israel éstos siempre surgen, pero lo central es que los terroristas cometen sus atentados cuando consideran que tienen una buena oportunidad. Y por sobre ello, claro, está siempre la voluntad de asesinar judíos. En los últimos tiempos, el ritmo se ha intensificado, y no porque el gobierno aplique mano blanda en la lucha contra el terrorismo. Todo lo contrario.

Recordemos que también los últimos días fueron cruentos.

El sábado por la noche, un terrorista con un arma automática mato a Ronen Hanania, que esta semana cumplía 50 años, cuando hacía compras en un almacén palestino. Hirió a su hijo y también a  algunos miembros de las fuerzas de rescate que llegaron al lugar a tratar de ayudar.

Al día siguiente, otro terrorista cometió un atentado doble, embistiendo dos sitios cerca de Nebi Musa y luego en el cruce Almog.No logró matar a nadie pero sí hirió a varias personas.

En esta situación, dado que este martes Israel va a las urnas, es ineludible preguntarse si hay algo intencional con el deseo de influir en las elecciones. Pues lo central, a nuestro criterio, es lo que ya mencionamos: los terroristas tratan de matar siempre que pueden, sea cual sea la situación en Israel. Reciben dinero de la Autoridad Palestina, son glorificados como héroes por la sociedad palestina y están motivados por un odio que tiene de fondo la problemática de un motor religioso que no acepta la presencia judía. No en Cisjordania. No la acepta tampoco en el Israel soberano. Les parece lo más natural, adultos y niños, a civiles supuestamente no involucrados, salir  a festejar cuando se enteran de un atentado en el que murieron judíos.

 

 

"Supuestamente", decimos, ya que esas celebraciones son un reflejo de una forma de encarar el tema de la vida y la muerte, del odio, y una muy mala señal respecto a los valores de la sociedad palestina.

Festejos en Hebron tras el atentado del sábado de noche

 

Eso no quita, sin embargo, que las organizaciones terroristas tengan interés en influir en las elecciones en Israel.

Los palestinos perciben a la derecha israelí como opuesta todo tipo de negociación y favorable a una línea radical contra la creación de un Estado palestino. Esta nota no apunta a analizar los matices de esta postura. Esa es la forma en que los grupos terroristas lo ven. Y quieren fortalecer al campo que consideran no avanzará hacia la paz. Les serviría para mostrar que “no hay con quién hablar en Israel”.

Es un hecho que los representantes de la oposición al gobierno acusan a la coalición de mano blanda, de transmitir mensajes que alientan a los terroristas. A nuestro criterio, esa es una deformación absoluta de la realidad. El gobierno de Yair Lapid y el de su antecesor Naftali Bennett han intensificado la lucha anti terrorista y no sólo que no han hecho menos que lo que hacía Netanyahu sino mucho más.

Los terroristas no buscan soluciones sino que crean los problemas. Para ellos, un gobierno israelí que esté dispuesto a negociar y a buscar una fórmula para garantizar la convivencia en paz, no les sirve.

El desafío de Israel debe ser garantizar seguridad sin neutralizar la posibilidad de una solución futura, aunque ahora parezca estar muy lejos.

Por Ana Jerozolimski
Fuente: Semanario Hebreo Jai