Natalio Steiner/ Irán: la retórica de la venganza

Por el momento, el régimen, más que evaluar qué venganza puede tomar sobre Israel -es un régimen impredecible- lame sus heridas y busca un mensaje convincente para presentar a una población iraní que ve a su gobierno dictatorial e islamista mordiendo el polvo de la derrota frente a un enemigo invisible que parece haber puesto su ojo sobre Teherán.

El gobierno ya está justificando la demora en responder al asesinato del científico nuclear Mohsen Fakhrizadeh con “paciencia estratégica” ante las presiones del régimen fundamentalista, pero tendrá que responder para no mostrar debilidad. La venganza, estamos seguros, será ejecutada pero no les resulta apropiado hacer nada que justifique la ira de Trump. Por lo menos hasta el 20 de enero.

Por el momento no está claro cuál es el momento y el lugar adecuados y cuál es la respuesta adecuada. Las autoridades de la República Islámica de Irán están tomando “paciencia estratégica” en su respuesta al “atroz asesinato” (que hasta ahora las noticias dentro de Irán sobre cómo se llevó a cabo cambian cada pocas horas).

La frase “paciencia estratégica” es parte del léxico de los jefes de la República Islámica de Irán, diseñado para mantener su dignidad frente a la gente y ante sus propios ojos, cuando se les pregunta “¡¿Por qué no respondes?!” El adjetivo “estratégico” implica para los activistas que presionan que es solo un período de espera y se terminará, y que hay pensamiento y plan detrás de la espera.

Creo que realmente no quieren arrastrar el área a la guerra, pero tendrán que tomar alguna acción de venganza para mantener su dignidad. Irán no busca un conflicto del que saldrá destruido; busca reactivar su plan nuclear para compensar la falta de poder en otras esferas y luchar por sus objetivos regionales que son de corte expansionista.

¿Y cuál es la reacción de la gente? Las primeras reacciones que vimos en las redes y en las calles fueron reacciones de enfado y llamados a la venganza. Es que es un poco triste perder tres líderes en un año (los dos primeros fueron Soleimani y Abu Mahdi al Muhandis, el iraquí). Durante las manifestaciones, escuchamos gritos como “Muerte a Israel“, “quemen Tel Aviv“, “muerte a EE. UU.” No son eslóganes novedosos: se los escucha desde 1979 cuando los fundamentalistas llegaron al poder.

Las manifestaciones de furia en las redes y en las calles en 2019 fueron ciertamente más grandes, probablemente porque Soleimani fue un símbolo prominente durante su vida, y Fakhrizadeh fue descrito como un “hombre de misterio”.

La paciencia estratégica puede ser útil para mantener la rabia a raya. La reacción al asesinato de Soleimani fue un poco apresurada. No han derribado un avión militar estadounidense, sino un avión lleno de pasajeros inocentes, la mayoría de los cuales eran civiles iraníes, lo que provocó, como recordamos, manifestaciones de rabia sin precedentes contra el régimen. ¿Qué pasará esta vez? Esperemos los hechos mientras el gobierno extremista afila sus uñas en una dialéctica tan hipócrita como inútil.

Mientras Irán protesta, algún otro objetivo puede ya estar marcado. El régimen lo sabe.


Fuente: ©EnlaceJudío